Retrasos y "actitud intimidatoria": La OEA lanza dardos contra El Salvador por el recuento final de votos
La Organización de Estados Americanos (OEA) manifestó el sábado su preocupación por la demora y falta de uniformidad del escrutinio final en las elecciones presidenciales de El Salvador, donde ganó Nayib Bukele.
La misión de la OEA, liderada por la exvicepresidenta y canciller de Panamá Isabel de Saint Malo, que de manera rotativa y durante las 24 horas vigila cómo se contabilizan los votos, ha observado "una falta de control por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE) sobre el desarrollo de esta etapa en la que, en muchas ocasiones, las decisiones quedan en manos de los representantes de los partidos políticos".
Además, la organización destacó que a pesar de que los miembros de mesa tienen instrucciones para llevar a cabo sus tareas, los procesos de revisión no se llevan a cabo de manera uniforme. "Por ejemplo, en la mayoría de las mesas observadas no se coteja el padrón de firmas con la cantidad de boletas utilizadas", aseguró.
La misión también señaló la deficiente capacitación de las personas encargadas de la digitación, lo que causó retrasos y discrepancias en los tiempos de procesamiento.
La OEA observó que "no se ha respetado el número de vigilantes" establecido para cada partido político, con la formación oficialista Nuevas Ideas teniendo una cantidad notablemente mayor que los demás.
Según la organización, Nuevas Ideas "ha asumido una actitud dominante e intimidatoria contra las personas que representan a otros partidos y contra los observadores". "Este tipo de actitudes no corresponden ya que todos partidos deben contar con las mismas garantías y respetar las prerrogativas de las otras fuerzas políticas", señala.
"Récord en toda la historia democrática"
Mientras, el TSE ratificó este sábado la victoria de Nayib Bukele en los comicios del 4 de febrero. El organismo emitió el acta de escrutinio final, que mostró que el actual mandatario obtuvo el 84,6 % del apoyo popular.
Sin embargo, Bukele se proclamó ganador de las elecciones presidenciales incluso antes de que el Tribunal Supremo Electoral anunciara los resultados del conteo de votos. Pocas horas después del cierre de los comicios, el político afirmó que había obtenido más de 85 % de los votos, batiendo el "récord en toda la historia democrática del mundo".
La votación estuvo marcada por controversias y tensiones a raíz del retardo en el escrutinio, que ejecutó el TSE de forma manual, y supuestas irregularidades y violaciones a la normativa electoral, que fueron denunciadas por Bukele.