El exsecretariado de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) volvió a arremeter contra la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), de la que dijo que está "descarrilando", y anunció que acudirá a instancias internacionales para buscar una solución.
En una carta, enviada a los firmantes del Acuerdo de Paz en 2016, los siete antiguos máximos jefes de esa extinta guerrilla —entre los cuales están Rodrigo Londoño, Joaquín Gómez y Pablo Catatumbo— les instan a "realizar encuentros regionales" para "analizar alternativas y salidas respecto al descarrilamiento de que viene siendo objeto la Jurisdicción Especial para la Paz", según el texto, divulgado por la prensa local.
"Reiteramos ante ustedes nuestra decisión de recurrir a todos los medios a nuestro alcance, incluidas instancias internacionales, para que el Estado cumpla sus compromisos", dijeron.
"Todos nosotros somos conscientes de las inmensas dificultades que hemos tenido que pasar durante estos siete años largos desde que firmamos el Acuerdo de Paz; a los asesinatos, los atentados, las amenazas, el desplazamiento, la estigmatización y los entrampamientos se agrega la desfiguración de la Jurisdicción Especial de Paz, que ha llevado a que su verdadera esencia se haya perdido, como lo mencionamos en la carta dirigida al presidente en su condición de Jefe de Estado", agregaron.
Hace dos semanas, el exsecretariado expresó ante el presidente izquierdista, Gustavo Petro, su preocupación por "el empeño" de ese organismo de "alejarse del espíritu y la letra de lo acordado".
Deserciones
La JEP es el mecanismo de justicia transicional, cuya creación fue pactada justamente en el marco de los Acuerdos de Paz firmado entre la extinta guerrilla y el Estado colombiano.
En particular, se encarga de investigar y juzgar los delitos que hubieren cometido excombatientes de las FARC, miembros de la fuerza pública, otros agentes del Estado y terceros civiles en el conflicto armado interno en Colombia.
El exsecretariado expresó su preocupación por decisiones de la JEP relativas a la creación de macrocasos, la negación de amnistías y la vinculación de mandos medios y bajos en las investigaciones. Todo ello estaría empujando a excombatientes a la deserción.
"Todo ha generado gran inconformidad e inseguridad, llevando a muchos a tomar distancia y en algunos casos tomar la decisión equivocada de vincularse a distintos grupos armados", dicen los exlíderes de la guerrilla.