Este viernes 1 de marzo, el presidente de Argentina, Javier Milei, encabezará el acto de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso 2024, bajo un clima de tensión fuera y dentro del recinto, en Buenos Aires.
El mandatario brindará un discurso a la nación en el que abordará los objetivos del Gobierno de cara a la Asamblea Legislativa, luego del fracaso de su ambiciosa ley 'ómnibus', con la que esperaba modificar bases legales para profundizar su plan de ajuste económico.
En el Parlamento, donde el oficialismo no tiene mayoría en ninguna de las dos cámaras, Milei estará cara a cara con legisladores opositores y aliados, muchos de los cuales fueron catalogados por el presidente como "delincuentes", "bestias", "traidores", además de haber definido al Congreso como un "nido de ratas".
El presidente también llegó a hacer una grave acusación mediática, aunque sin dar nombres ni pruebas, sobre el pago de sobornos en el Congreso. Tras ello, varios legisladores pidieron a la Justicia que investigue los dichos del presidente.
Será el primer discurso de Milei ante diputados y senadores desde su asunción, el pasado 10 de diciembre, ya que en su toma de mando el jefe de Estado decidió romper la tradición y no hablar ante la Asamblea Legislativa, sino en la explanada del edificio y frente a un grupo de seguidores que lo vitoreaban.
Concurrirán también algunos gobernadores, varios de los cuales están en disputa con el presidente por el recorte de fondos a las provincias; y los miembros de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Carlos Rosenkrantz. El máximo tribunal aún debe decidir sobre el amparo presentado para declarar la inconstitucionalidad del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) emitido por el presidente en enero, otra de las medidas cuestionadas por la oposición.
El mensaje de Milei se dará en medio de una creciente tensión con las autoridades regionales, que llevó a las provincias de la Patagonia a acudir a la Justicia y amenazar con paralizar la producción de gas y petróleo por 24 horas, en reclamo al recorte de recursos contemplados en la ley de coparticipación federal.
Acto nocturno
El acto fue programado para las 9:00 PM (hora local), un horario no habitual para la apertura de sesiones del Congreso que los jefes de Estado encabezan cada año.
Según aseguró esta semana el vocero presidencial, Manuel Adorni, se decidió hacer el acto en el último tramo de la jornada porque ello permitirá que "la mayor cantidad de argentinos puedan escuchar al presidente después de sus horarios de trabajo y en un hecho sin precedente en la historia argentina".
Sin embargo, organizaciones sociales y políticas de izquierda creen que, con la decisión, el Gobierno busca que haya menos manifestantes en las inmediaciones del Parlamento, aunque la convocatoria está hecha.
"Desde la Unidad Piquetera nos vamos a movilizar. No importa el horario, aunque sea a la noche para evitar que los sectores populares que viven en barrios alejados puedan concurrir, de todas maneras vamos a hacer una movilización", dijo el dirigente del Polo Obrero (PO), Eduardo Belliboni.
Algunos grupos políticos como la Izquierda Socialista también llamaron a realizar un "molinetazo" en las estaciones de trenes. Es decir, a eludir el pago del boleto en repudio a los aumentos en las tarifas del transporte.
En tanto, seguidores de Javier Milei se agruparán en la zona del Congreso pero en apoyo a la administración del líder libertario.
"Este viernes a las 21:00 horas, Javier Milei expondrá a toda 'la casta' y cómo contribuyeron durante años a robarse varios puntos del PBI (Producto Bruto Interno). Obviamente la militancia estará afuera del recinto bancando como siempre", afirmaron desde la cuenta Líderes Liberales, que reúne a militantes de La Libertad Avanza (LLA) de la zona del Gran Buenos Aires y Capital Federal.
En el centro de la Ciudad, será montado un megaoperativo de seguridad con vallados alrededor de todo el Congreso. También se dispuso la actuación de varias fuerzas federales, además de la Policía porteña, para garantizar la seguridad de la zona.
El Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, aplicará el polémico protocolo 'antipiquetes', por lo que se intentará evitar bloqueos de calles por parte de los manifestantes, y habrá exhaustivos controles en los transportes públicos.
En el interior del Congreso también será implementada una fuerte vigilancia. Según revelaron empleados del Parlamento, en una resolución firmada este martes se establece, entre otros puntos, la prohibición de circular por el establecimiento a los propios trabajadores, y la designación de la Policía Federal para el control y resguardo del interior del Congreso. Comúnmente, esas tareas quedan a cargo del personal de seguridad del edificio.
"Es una especie de estado de sitio dentro del Congreso. No ocurrió nunca antes", dijo un auxiliar de la sede legislativa ubicada en la ciudad de Buenos Aires.
¿Discurso violento?
El jefe de Estado hablará desde un atril y se espera que brinde un discurso duro contra lo que Milei suele llamar "la casta" política, la dirigencia tradicional, que, de acuerdo a su mirada, se opone a los cambios que propone porque no quiere perder los "privilegios" de los que gozan.
En la lógica del presidente, los legisladores del Congreso forman parte de ese grupo, junto a gobernadores, sindicalistas y otros líderes del país.
Bloques opositores dentro del legislativo habrían preparado acciones de "boicot", de acuerdo a trascendidos periodísticos, si el mandatario argentino llegase a tornarse "agresivo o violento", a tono con sus declaraciones mediáticas y en redes sociales, sobre todo luego del fracaso de la ley 'ómnibus' en Diputados.
El vocero presidencial aseguró este jueves que el Gobierno apelará "al respeto, a que se escuche atentamente al presidente y a que no ocurra ningún episodio, ni dentro ni fuera del Congreso, que vaya contra las instituciones ni contra la salud de la democracia".
"No veo por qué hay preocupación en que el discurso del presidente tenga un carácter violento (...) eso claramente no va a ser así, no debería ni aclararlo, pero no va a ser así", prometió el Adorni ante la prensa.
Se presume que en su alocución el mandatario hará mención a la "herencia" recibida del gobierno anterior, y delineará algunas de las medidas económicas que tiene previsto implementar este año, con o sin apoyo del Poder Legislativo.
En una entrevista previa al discurso concedida al diario británico Financial Times, el líder libertario planteó que, "mientras el Congreso tenga su composición actual", va a ser "difícil aprobar las reformas" que propone su Gobierno, por lo que piensa avanzar con decretos para consolidar el plan radical de austeridad.
Además, el político argentino aseguró que, a pesar de la aguda crisis económica, "hay cero posibilidades de que se produzca un levantamiento social".
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