"Escenario aterrador": Vaticano valora palabras de Macron sobre posible envío de tropas de la OTAN a Ucrania
La declaración del presidente de Francia, Emmanuel Macron, acerca de un posible envío de tropas occidentales a Ucrania abre un "escenario realmente aterrador", declaró este martes el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin.
"Provocaría la escalada que siempre hemos tratado de evitar desde el principio", advirtió Parolin. "Es un escenario que yo no llamaría apocalíptico, porque tal vez sea una palabra exagerada en este momento, pero ciertamente es temible", agregó.
En este contexto, el cardenal expresó que "sería ideal encontrar realmente una manera de hacer que ambas partes comiencen a hablar y a dialogar". "Creo que si hablamos, se encontrará una solución", aseguró, añadiendo que, hasta el momento, "se han propuesto varios tipos de soluciones, lo importante es que exista la voluntad de implementarlas".
Conversaciones prohibidas
Moscú nunca se ha negado a llevar a cabo negociaciones sobre la resolución del conflicto en Ucrania, mientras que el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, emitió un decreto que prohíbe negociar con Rusia, recordó el presidente ruso, Vladímir Putin, durante su entrevista concedida a Tucker Carlson a principios de febrero.
Al mismo tiempo, el mandatario evocó que las negociaciones que Moscú y Kiev entablaron poco después del inicio del operativo militar ruso en febrero de 2022 "llegaron a un nivel muy alto" en cuanto al acuerdo sobre las posiciones de ambas partes y "estaban casi terminadas". "Pero después de que retiráramos las tropas de Kiev, […] Ucrania desechó todos estos acuerdos y tuvo en cuenta las instrucciones de los países occidentales —países europeos y Estados Unidos— de luchar contra Rusia hasta el final", lamentó Putin.
El jefe de Estado ruso también recordó que David Arajamia, uno de los negociadores ucranianos que participaron en las conversaciones de paz con Rusia en la primavera de 2022 y que "puso su firma preliminar" en el documento que negociaron Kiev y Moscú, "luego declaró públicamente al mundo entero: 'Estábamos dispuestos a firmar ese documento, pero llegó Boris Johnson, entonces primer ministro del Reino Unido, nos disuadió de ello y dijo que era mejor luchar contra Rusia".