Cuatro asesinatos en menos de una semana fueron cometidos contra trabajadores en Rosario, Santa Fe (Argentina). Dos taxistas, un colectivero y un empleado de una estación de servicio fueron las víctimas de una ola de crímenes que derivó en la formación de un comité de crisis entre los gobiernos nacional y santafesino.
La última de las víctimas fue un empleado de una estación de servicio del oeste de la ciudad, identificado como Bruno Bussanich, de 25 años, a quien un sicario le dio dos balazos en el pecho y uno en la cabeza. El ataque ocurrió a las 23:42 del sábado 9 de marzo en una pequeña oficina, detallan medios locales.
Toda la secuencia fue captada por cámaras de seguridad. En las imágenes se observa a un individuo vestido con una campera con capucha que le cubría parte del rostro acercarse al lugar en el que estaba Bussanich y una vez que llega a la puerta, le dispara tres veces sin mediar palabra. La secuencia solamente dura tres segundos. Cuando arribó el personal policial y médico atendieron al trabajador, pero no lograron salvarle la vida.
Horas más tarde, fue encontrado un auto Fiat Duna incendiado. Varios testigos apuntan que ese modelo sería el que utilizó el sicario para escapar.
En tanto, en el lugar los investigadores hallaron una nota que estaba dirigida al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y al ministro de Seguridad de la provincia, Pablo Cococcioni: "Esta guerra no es por territorio. Es contra Pullaro y Cococcioni. Así como nosotros llegamos a 300 muertos, estando unidos vamos a matar más inocentes por año".
Cuatro crímenes en cinco días
La primera víctima de esta ola de asesinatos en Rosario fue un taxista al que mataron el martes 5 de marzo en su auto, donde un supuesto pasajero le pegó dos balazos en la cabeza. Al escapar, dejó una zapatilla junto al vehículo.
Unas horas más tarde mataron a otro taxista de al menos un disparo en la cabeza con la misma pistola 9 milímetros. Los investigadores también hallaron una zapatilla junto a la víctima. El jueves 7 balearon a un colectivero, que estuvo tres días internado hasta que falleció el domingo 10.
Por esta seguidilla de crímenes, el presidente Javier Milei anunció el envío de Fuerzas de Seguridad federales a Rosario. "El Gobierno Nacional está decidido a enfrentar a la mafia del narcotráfico y a los sicarios que instauraron un régimen de muerte y terror en la ciudad de Rosario. No se dará un solo paso atrás. Los rosarinos van a recuperar las calles y la libertad", señala el comunicado de la Presidencia.
En ese contexto, los ministros nacionales de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Defensa, Luis Petri, viajaron este lunes a la ciudad santafesina para reunirse con el gobernador Pullaro y poner en funcionamiento un comité de crisis, del que también formarán parte efectivos de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura Naval, Policía de Seguridad Aeroportuaria, el Servicio Penitenciario y las Fuerzas Armadas.