Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) comunicaron este martes que en las últimas 24 horas sus aviones militares han impactado contra 60 objetivos en la Franja de Gaza, solo un día después de adoptarse la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que exige un alto el fuego inmediato en la zona durante el Ramadán, el mes sagrado del islam.
Además, tras el bombardeo israelí de una residencia situada cerca del hospital Al Shifa, el centro médico más grande del enclave, se registraron 30 civiles muertos, según el medio palestino Wafa.
Mientras tanto, el operativo de las FDI en la institución médica sigue en curso. La jornada anterior, el portavoz del Ejército del país hebreo, Daniel Hagari, señaló que Tel Aviv ya ha eliminado a 170 "terroristas" de Hamás, y que el movimiento usa el edificio para atrincherarse, lanzando dispositivos explosivos contra las fuerzas israelíes.
"Daño causado por la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU"
En lo relacionado al acuerdo del cese de los hostilidades, la Oficina del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, publicó este martes que "la postura de Hamás demuestra claramente su total desinterés por un acuerdo negociado y atestigua el daño causado por la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU".
Además, The Times of Israel reportó que el mismo día Tel Aviv retiró a sus negociadores desde Doha, Catar, después de que Hamás rechazara la oferta israelí sobre el intercambio de rehenes y una tregua. Sin embargo, otros medios afirman que un pequeño grupo de los agentes del Mossad (una de las agencias de inteligencia de Israel) permaneció en la ciudad para continuar las conversaciones.
Por su parte, el movimiento palestino expresó el lunes que el propio Gobierno de Netanyahu es responsable de haber frustrado todos los esfuerzos de negociación y de haber obstaculizado hasta ahora la consecución de un acuerdo.
Asimismo, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, afirmó en una conversación con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, que Tel Aviv no detendrá los combates hasta que devuelva a todos los secuestrados y recalcó que "solo una decisión clara pondrá fin a la guerra".
Anteriormente, Blinken transmitió a Gallant la posición de Washington sobre alternativas a una operación militar a gran escala en la ciudad de Rafa y reiteró su oposición a una invasión de la urbe, ya que "pondría en peligro aún más el bienestar de los más de 1,4 millones de civiles palestinos que se refugian allí".