Este viernes, una misión llevada a cabo por varias instituciones y encabezada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) llegó al que fue el mayor y más importante hospital de la Franja de Gaza, el Al Shifa, para evaluar los daños tras el asedio israelí. Todo ello para constatar que el edificio ha quedado completamente destruido y no podrá volver a funcionar en un futuro próximo, según afirma la organización en su informe.
Desde el último asedio por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el hospital Al Shifa se ha convertido en un "cascarón vacío"; sin pacientes, con gran parte del equipamiento destrozado y hecho cenizas. La zona está sembrada de artefactos explosivos sin detonar y muchos de los cadáveres no han sido enterrados adecuadamente.
"No hay palabras para describir el nivel de destrucción que podemos ver en este hospital, que ha quedado total y completamente destruido", dijo Jonathan Whittall, jefe adjunto de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés).
"Al Shifa se ha convertido literalmente en un cementerio"
Hasta el 5 de abril, la parte israelí había "denegado, retrasado u obstruido" repetidamente los intentos de la OMS de evacuar a los pacientes y al personal, que, según la administración del hospital, se encontraban retenidos en pésimas condiciones. Posteriormente, los expertos descubrieron "numerosas fosas poco profundas" en su territorio, así como cadáveres parcialmente enterrados.
"Salvaguardar la dignidad, incluso en la muerte, es un acto indispensable de humanidad", declararon desde la OMS. La destrucción del que fuera el mayor centro médico del enclave "ha quebrado la columna vertebral del ya de por sí maltrecho sistema sanitario", reza el informe.
Asimismo, se reporta que de los 36 hospitales principales, que solían atender a más de dos millones de gazatíes, solo 10 permanecen medianamente funcionales. Sin embargo, la gama de servicios que pueden prestar es muy limitada y el sistema sanitario sigue deteriorándose.