En Tailandia ha comenzado este martes el juicio contra el español Daniel Sancho, de 29 años, quien inicialmente confesó haber matado a Edwin Arrieta en agosto del año pasado, pero luego se declaró no culpable de asesinato premeditado, aunque reconoció haber desmembrado el cadáver y ocultar los restos del cirujano colombiano esparciéndolos por distintos lugares de la isla de Koh Phangan.
Al juicio asistió también el padre de Sancho, el actor Rodolfo Sancho, y se prevé que durante el proceso los abogados del acusado intentarán achacar la muerte del médico de 44 años a un accidente durante una pelea en la cual su cliente actuó en defensa propia.
El juez que lleva el caso prohibió compartir cualquier detalle de lo que pase durante la audiencia, advirtiendo a las partes de que si se divulgan cualquier información, los responsables —incluso si resultan ser abogados o el fiscal— serán perseguidos por la Justicia. Asimismo, también prohibió el acceso a los periodistas.
El abogado de la familia de Arrieta, Juan Gonzalo Ospina, quien representa sus intereses en España, lo dejó claro ante la prensa al salir de la corte: "El tribunal ha sido muy contundente a la hora de apercibirnos de que todo lo que se diga que haya podido suceder dentro lo va a investigar por [constituir] un posible delito y con sus consecuencias penales".
En la vista de esta jornada han declarado testigos de la Fiscalía, incluidas una mujer birmana que fue la primera en encontrar parte de los restos de Arrieta en un basurero y una tailandesa que alquiló a Sancho una moto días antes del crimen, reporta EFE, que también tuvo acceso a un calendario preliminar del proceso, adelantando que se prevén comparecencias de los testigos en 16 sesiones hasta el 3 de mayo.