Los Gobiernos de Argentina y China comenzaron a atemperar la renovada tensión que generó en la relación bilateral la denuncia de EE.UU. sobre una inexistente base militar del país asiático en la Patagonia.
Con ese fin, el lunes se reunieron el embajador de China en Argentina, Wang Wei, y la canciller Diana Mondino, quien este mes realizará una gira oficial a Pekín.
"Ambos llegaron al acuerdo de desmentir la especulación de que la Estación de Espacio Lejano es supuesta base militar", señaló un comunicado de la embajada china al referirse a las acusaciones que lanzó Marc Stanley, embajador de EE.UU. en Argentina.
''Con respecto a los chinos, me sorprende que la Argentina permita que las Fuerzas Armadas chinas operen en Neuquén, en secreto, haciendo quién sabe qué. Tengo entendido que se trata de soldados del Ejército chino que operan este telescopio espacial, no sé lo que hacen, creo que los argentinos tampoco lo saben, y deberían entender por qué los chinos están desplegados allí'', afirmó el diplomático a fines de marzo en una entrevista con el diario La Nación.
La controversia fue inmediata, ya que las declaraciones de Stanley se dieron en vísperas de la gira que realizó a Argentina la jefa del Comando Sur de EE.UU., Laura Richardson, quien reiteró su "preocupación" por las operaciones chinas en el país sudamericano.
En el marco de la alianza incondicional del actual Gobierno argentino con EE.UU., el ministro de Defensa, Luis Petri, prometió que realizaría una inspección en la base espacial que China instaló en la patagónica provincia de Neuquén en 2018, previos acuerdos con las presidencias de Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri.
Desmentida
La embajada de China en Argentina recordó que jamás se han encontrado indicios de uso militar en una base que sirve para investigaciones científicas.
"La seguridad del predio está a cargo de la Policía de Neuquén y hace unos años atrás de una empresa privada, nunca de soldados chinos", señaló en sus redes sociales al advertir que la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de Argentina (CONAE) tiene acceso ilimitado a la información que recopilan los científicos chinos apostados en Neuquén.
"El personal chino de la estación está compuesto por cinco científicos, un electricista y un cocinero", especificó, ya que no hay militar alguno, como afirmó erróneamente el embajador norteamericano.
Por otra parte, precisó que desde la antena que se instaló en la estación no se pueden guiar o seguir misiles, sino solamente satélites o naves espaciales. "Tampoco puede hacer espionaje sobre el territorio norteamericano por la curvatura de la tierra", agregó.
En un primer comunicado, la embajada explicó que la Estación de Espacio Lejano es una instalación de cooperación tecnológica espacial entre China y Argentina y que los científicos de ambos países participan desde aquí en investigaciones científicas.
"Además de ofrecer servicio de medición y control para proyecto aeroespacial de China, gracias a la coordinación de CONAE, esta estación también trabaja junto con los organismos y empresas de varios países en la exploración espacial. El gobierno local y escuelas de Neuquén utilizan esta estación para la divulgación de conocimientos espaciales", señaló.
También afirmó que un documental sobre la base realizado por Argentina en 2019 sobre la estación tuvo muy buena acogida. "Todo esto demuestra plenamente el carácter civil y el modelo de operación abierto y transparente de dicha estación", presumió.
Intereses
Con el pasar de los días, el Gobierno argentino le bajó el tono a la polémica. Así, la "inspección" a la estación que el ministro de Defensa anunció que realizaría el lunes, se cambió por una "visita" sin fecha confirmada.
El diario Clarín, en tanto, publicó que funcionarios y científicos nacionales y extranjeros han realizado 40 visitas a la base y han descartado indicio alguno de operaciones militares.
Luego se sumó la reunión de la canciller argentina con el embajador chino y la confirmación de su inminente gira a Pekín en un momento en el que el país sudamericano se encuentra presionado por el contrato de intercambio de monedas que mantiene con China, conocido como 'swap'.
Debido a este acuerdo, Argentina le debe pagar este año a China vencimientos por 1.700 millones de dólares, pero como no cuenta con esos recursos, el Gobierno de Milei necesita concretar una renegociación.
Además, China es el segundo socio comercial de Argentina después de Brasil, por lo que la tensión bilateral puede impactar de manera negativa en un país que sigue sumido en una grave crisis económica.
Sin embargo, el Gobierno argentino enfrenta ahora la presión de EE.UU. para que debilite la influencia china en la región, lo que la oposición denuncia que forma parte de las tradicionales políticas intervencionistas que la nación norteamericana aplica en América Latina.
De hecho, durante la visita de Richardson, Milei anunció la creación de una "base naval conjunta" con EE.UU. en Argentina, aunque para ello necesita un apoyo mayoritario del Congreso que, por ahora, no tiene.
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