Este domingo, los ciudadanos de Ecuador acuden a las urnas, apenas seis meses después de las presidenciales adelantadas, para votar en una consulta popular y referéndum promovidos por el mandatario, Daniel Noboa.
Los ecuatorianos deben responder "sí" o "no" a cinco preguntas de referéndum que plantean reformas a la Constitución, y seis de la consulta popular.
En el referéndum, entre otras cuestiones, los votantes dan su opinión sobre el apoyo complementario de las Fuerzas Armadas en las funciones de la Policía Nacional para combatir el crimen organizado, si están de acuerdo con permitir la extradición de connacionales, si permiten que el Estado ecuatoriano reconozca el arbitraje internacional como método para solucionar controversias en materia de inversión, contractuales o comerciales y si apoyan realizar enmiendas para el contrato de trabajo a plazo fijo y por horas, cuando se celebre por primera vez entre el mismo empleador y trabajador.
Entretanto, en la Consulta Popular, los ecuatorianos deberán manifestar si están de acuerdo con que las Fuerzas Armadas realicen controles permanentes en las rutas para el ingreso a los centros de rehabilitación social, que se incrementen las penas en varios delitos, con que las personas privadas de la libertad cumplan la totalidad de su condena dentro de las cárceles al ser sentenciados por determinadas acusaciones, entre otras cuestiones.
La situación del país
A esta consulta popular se llega con una difícil situación en el país. En primer lugar, está la crisis de violencia que sigue azotando a la nación andina, pese a un estado de excepción que se extendió por 90 días, hasta el 8 de abril pasado, y la declaratoria de un "conflicto armado interno" por parte del mandatario.
La presencia de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en las calles del país no han logrado detener estos hechos, registrándose varias masacres en las últimas semanas.
A ello se le suma el conflicto internacional que se abrió luego que el pasado 5 de abril la fuerza pública asaltara la Embajada de México en Quito, con el objetivo de detener al exvicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba refugiado en ese lugar y horas antes había recibido asilo diplomático.
Este hecho ocasionó la ruptura de relaciones diplomáticas de México con Ecuador y una denuncia mexicana ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Además, la acción fue condenada en la Organización de Estados Americanos (OEA) y en el seno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Aparte de eso, en el país suramericano volvieron los temidos apagones. La ciudadanía ha sufrido intensos cortes de electricidad, que se extienden por varias horas al día.
Desde la administración de Noboa han señalado que esta crisis energética, que provocó la salida de la ministra de Energía y Minas, Andrea Arrobo, el martes pasado, tiene varios factores: climático, planificación, administrativa, así como corrupción histórica.