El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, explicó este martes, durante la sesión plenaria del Parlamento Europeo, cómo podría el bloque usar los ingresos derivados de los activos rusos congelados.
El jefe de la diplomacia europea detalló que los activos del Banco Central de Rusia movilizados por los miembros del G7 son gestionados por depositarios centrales de seguridad y generan ingresos extraordinarios, que pueden ser dirigidos a Ucrania como ayuda. Para encarnar esta idea en la realidad, la UE elaboró un plan por etapas.
En tal contexto, los dirigentes de la UE ya han obligado a esos depositarios a almacenar los ingresos en cuentas separadas, lo que permite determinarlos y contabilizarlos. "Tenemos que confesar que [la gestión de los ingresos] ha sido un territorio inexplorado y que necesitamos innovar [en este ámbito]", admitió el alto representante.
Asimismo, Borrell afirmó que los ingresos de los activos rusos no pertenecen a Rusia, ya que "no son soberanos". "Esperamos que este mecanismo pueda aportar unos 3.000 millones de euros (unos 3.200 millones de dólares) anuales", agregó.
- En 2022, la UE, EE.UU., Japón y Canadá congelaron unos 300.000 millones de dólares en activos del Banco Central ruso, en respuesta al operativo militar iniciado por Moscú en Ucrania. Unos 200.000 millones se encuentran en Europa, principalmente en el depositario belga Euroclear. Los líderes de varios países occidentales expresaron en reiteradas ocasiones su deseo de confiscar los activos rusos congelados y usarlos para las necesidades de Kiev.
- El Kremlin advirtió en diciembre pasado que si se incautan ilegalmente los activos rusos, se afectará al sistema financiero global y habrá consecuencias jurídicas, con una respuesta de parte de Moscú. "El tema no es aceptable" para Rusia y es "peligroso para el sistema financiero mundial", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.