El presidente argentino, Javier Milei, definió este miércoles la masiva marcha por las universidades públicas como un "acto netamente político", impulsado por sectores opositores que defienden "sus privilegios".
El mandatario se pronunció a través de las redes sociales para cuestionar la legitimidad del reclamo por el recorte de presupuesto aplicado por el Gobierno nacional. Y volvió a cargar contra "la casta", como suele llamar a la dirigencia política, social y sindical del país.
"Ayer (por el martes) vimos cómo, una vez más, aquellos que pretenden seguir viviendo a expensas de los argentinos se montaron sobre una mentira para promover sus intereses", dijo Milei en un mensaje difundido desde su cuenta de X.
El texto se titula 'Causas nobles, motivos oscuros', y aclara que "en ningún momento el Gobierno nacional insinuó la intención de cerrar las universidades nacionales".
"Lejos de eso, ya el día anterior a la manifestación de ayer estaban hechos los giros de recursos para los gastos de funcionamiento" de las instituciones públicas de educación superior, aclaró el presidente libertario.
Milei se refiere al anuncio realizado la noche del lunes, poco antes de la protesta, cuando el Gobierno informó que había transferido el "100 % de los gastos" de los recursos necesarios para las universidades, aunque las autoridades educativas lo consideraron insuficiente.
"Un acto de oposición"
Según afirmó el jefe de Estado, "la clase política no deja pasar ninguna oportunidad para defender sus privilegios", y por ello "montaron sobre una consigna justa un acto netamente político de oposición al gobierno".
"Ayer vimos las mismas caras de siempre de aquellos que quieren que la Argentina no cambie para defender sus privilegios", afirmó Milei. Y mencionó a dirigentes de la oposición como la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el exministro de Economía y excandidato del peronismo Sergio Massa, referentes del "radicalismo cómplice", las centrales sindicales, entre otros sectores que acompañaron la movilización.
Según el mandatario, estos actores "no defienden la educación" sino sus "privilegios". "Así opera la casta. Se montan sobre una bandera justa para despojar a los argentinos", manifestó. Y añadió que el Gobierno va a "garantizar los fondos para el funcionamiento de las universidades" auditando cómo se utilizan esos fondos.
Así, afirmó, buscará evitar que algunos sigan haciendo "un negocio de la educación pública".
Una movilización "genuina"
Este mismo miércoles, el vocero presidencial, Manuel Adorni, se refirió también a la marcha en defensa de la educación y aseguró que "no está en la agenda" del Gobierno cerrar las universidades".
En su habitual rueda de prensa diaria, Adorni reconoció que la marcha universitaria fue "genuina" a pesar de que hubo "miembros del elenco estable" de las movilizaciones, en alusión a los dirigentes políticos y sindicales que estuvieron presentes.
"Mientras estemos en el Gobierno, las universidades públicas no se van a cerrar, ni bajar su calidad, ni que un día bajen la llave de luz porque no tienen para pagarla. Eso no va a pasar nunca", aseguró el portavoz. Y agregó que el "canal de diálogo" con los dirigentes universitarios "está abierto".
La jornada de protesta tuvo epicentro en Buenos Aires pero se repitió en otras ciudades del país, donde también se exigió una mejora del presupuesto para las universidades públicas. En una movilización transversal, en la capital argentina hubo más de 150.000 personas, según la Policía local.
El bloque de Unión por la Patria (UxP), principal fuerza opositora en la Argentina, convocó para este miércoles una sesión especial en la Cámara de Diputados en respuesta a una multitudinaria marcha realizada en la víspera, pero no alcanzó el quorum necesario. Solo acudieron al hemiciclo 125 legisladores de 257.
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