Cualquier persona que grabe el trabajo de reclutadores militares podría ser castigada con una pena de prisión de hasta ocho años, por socavar la autoridad de las Fuerzas Armadas de Ucrania, han advertido las autoridades de una región del país eslavo.
Kiev lanzó el mes pasado una nueva oleada de movilizaciones para reponer las bajas en el campo de batalla, que Moscú ha cifrado en más de 110.000 sólo en lo que va de año. En la provincia ucraniana de Jmelnitski, al oeste del país, la evasión del servicio militar obligatorio ha provocado, al parecer, una reacción de las autoridades locales.
Así, el servicio de prensa del centro de reclutamiento de esta provincia ha advertido en su cuenta de Facebook* que "difundir informaciones en redes sociales y comunidades de mensajería sobre la ubicación y el movimiento del personal militar de la comisaría militar" mientras notifican a los ciudadanos obligados a cumplir el servicio militar supone "la divulgación de las formas y métodos de realizar las tareas de reclutamiento para la defensa de Ucrania, y socava la autoridad de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la sociedad".
Estos actos, se sostiene, "contienen elementos de un delito tipificado en la parte 1 del artículo 114-1 del Código Penal de Ucrania (obstrucción de las actividades lícitas de las Fuerzas Armadas de Ucrania y otras formaciones militares durante un período especial), que se castiga con penas de prisión de cinco a ocho años".
Muchos ucranianos que tratan de eludir la movilización utilizan desde hace tiempo chats grupales en aplicaciones de mensajería en los que se alertan mutuamente de los movimientos de los reclutadores y los calendarios de las citaciones.
Las recientes enmiendas a las normas de movilización, promulgadas por el presidente Vladímir Zelenski el mes pasado, han rebajado hasta los 25 años la edad de movilización y han automatizado la inscripción y los avisos, entre otras cosas. En respuesta, los ucranianos que buscan escapar al reclutamiento han empezado a huir del país.
*Red social propiedad de Meta, calificada en Rusia como organización extremista.