La Casa Blanca está trabajando en un nuevo acuerdo que incluye el envío de más de 1.000 millones de dólares en armas y municiones adicionales a Israel, según reveló AP este martes citando a tres asesores del Congreso de EE.UU.
Este nuevo paquete de armas comprende una transferencia de 700 millones de dólares en munición para tanques, 500 millones de dólares en vehículos tácticos y 60 millones de dólares en cartuchos de mortero, aseguraron los funcionarios bajo condición de anonimato.
Aunque no se divulgó cuándo exactamente se enviaría el armamento, dos asesores del Congreso afirmaron que el lote no forma parte del compromiso de asistencia exterior que los legisladores estadounidenses aprobaron y que Biden firmó el mes pasado.
Las conversaciones sobre el nuevo plan de apoyo militar surgen menos de una semana después de que Washington detuviera un envío de 3.500 bombas a Israel, alegando preocupación por las víctimas civiles en Gaza ante la violenta ofensiva del país hebreo contra Rafa, la ciudad más poblada del enclave.
La Franja de Gaza quedó completamente aislada de la ayuda humanitaria el 7 de mayo, cuando Israel tomó el control del paso fronterizo de Rafa y desplazó tropas hacia la ciudad. Funcionarios de la ONU advirtieron que, con el agotamiento de los suministros de combustible y agua, los servicios de ayuda podrían verse obligados a cerrar totalmente en cuestión de días, lo que acabaría en una crisis aún mayor en el enclave palestino.
Entre tanto, Israel se ha comprometido en varias oportunidades a continuar con sus planes militares en la Franja de Gaza pese a las presiones internacionales. "Esto solo refuerza nuestra determinación de seguir luchando contra las presiones y de seguir luchando hasta el final, hasta la victoria absoluta. Ninguna presión internacional nos impedirá alcanzar todos los objetivos de la guerra", declaró a mediados de marzo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.