Un órgano trasplantado podría cambiar la personalidad del recipiente
Un nuevo estudio dirigido por especialistas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado (EE.UU.) sugiere que los pacientes que recibieron el trasplante de cualquier órgano pueden experimentar cambios de personalidad tal y como se ha documentado para individuos que han sido sometidos a trasplantes de corazón. Según los investigadores, este hallazgo es una novedad, pues los estudios anteriores nunca compararon los cambios de personalidad en estos dos grupos de trasplantados.
Características del estudio
Los especialistas realizaron una investigación que analizó 47 pacientes estadounidenses trasplantados (23 receptores de corazón y 24 receptores de otros órganos) que completaron una encuesta en línea en 2022. Los investigadores estaban interesados en determinar qué tipos de cambios de personalidad se producen entre los receptores de trasplantes de corazón en comparación con otros receptores de órganos.
Su estudio reveló que el 89 % de todos los receptores de trasplantes informaron de cambios de personalidad después de someterse a una cirugía de trasplante. Asimismo, la investigación determinó que el porcentaje de participantes que informaron algún cambio de personalidad fue comparable entre los receptores de trasplantes de corazón (91,3 %) y los receptores de otros trasplantes de órganos (87,5 %). Los autores del estudio publicaron recientemente sus resultados en Transplantology.
Cambios en la personalidad
Los investigadores revelaron que en 2021 se trasplantaron más de 144.000 órganos en todo el mundo y que los cambios en la personalidad de los receptores prácticamente se han documentado desde el inicio de los trasplantes. Estos cambios incluyen modificaciones en las preferencias de comida, música, arte, sexo, recreación y carrera; la experiencia de nuevos recuerdos; sentimientos de euforia, delirio, depresión, ansiedad, psicosis; mayor o menor adaptación social y sexual; habilidades cognitivas mejoradas y episodios espirituales o religiosos.
Entre varios ejemplos, los investigadores describieron el caso de un niño de 5 años que recibió el corazón de un niño de 3 años. Este niño, a pesar de esta falta de información, proporcionó una vívida descripción de su donante después de la cirugía: "Es un hermano pequeño de aproximadamente la mitad de mi edad. Se lastimó gravemente cuando se cayó. Creo que le gustan mucho los Power Rangers". Posteriormente se le informó que precisamente su donante había muerto después de caer desde una altura cuando intentaba alcanzar un juguete Power Ranger que había caído al alféizar de la ventana de su casa.
Nada subjetivo
Los autores del estudio señalan que, inicialmente, los científicos de todo el mundo atribuyeron muchos de estos problemas a los fármacos inmunosupresores que se administraron después del trasplante para prevenir el rechazo del nuevo corazón. Sin embargo, con el devenir del tiempo, se han propuesto numerosas hipótesis que se pueden agrupar en tres categorías: psicológicas, bioquímicas y eléctricas/energéticas.
Las hipótesis psicológicas incluyen la idea de que los perfiles de personalidad de los pacientes influyen en los resultados del trasplante de órganos. Por ejemplo, se ha sugerido que los cambios de personalidad son el resultado de fantasías sobre el donante y el órgano del donante. También se piensa que son el resultado de mecanismos de defensa que los receptores emplean para controlar el estrés asociado con la cirugía de trasplante.
Según escriben los autores del estudio, las hipótesis bioquímicas incluyen el concepto de que el órgano del donante es capaz de almacenar recuerdos u otros rasgos de personalidad en forma de elementos genéticos que se transfieren al receptor con el órgano donado. Otro mecanismo bioquímico invocado implica la transferencia de características de personalidad a través del sistema nervioso intracardiaco en el caso de trasplantes de corazón.
El tercer hipotético mecanismo implica alteraciones en el campo electromagnético del receptor. Investigadores destacan el hecho de que "la energía y la información son la misma cosa". En este sentido, debido a que el corazón genera el campo electromagnético más grande del cuerpo, los especialistas sugieren que la información relacionada con la personalidad del donante podría almacenarse dentro del campo electromagnético del corazón del donante y esta información podría luego transferirse al receptor.