Savannah Gankiewicz, quien asumió como nueva Miss Estados Unidos a comienzos de este mes, luego de que Noelia Voigt renunciara al título, aseguró que ha tenido que lidiar con "mucha intimidación y acoso". "Realmente es así, y me rompe el corazón", confesó la estadounidense en un video que circula en redes sociales, donde se le escucha hablar entre lágrimas y con la voz entrecortada.
En la grabación, Gankiewicz, de 28 años, insiste en que se trata de una situación dolorosa y difícil para ella, pero que, a pesar de todo, siente la necesidad de visibilizar el problema. "Mostrar a las mujeres jóvenes que te pueden acosar y te pueden hacer daño, pero te vuelves a levantar y sigues adelante, y sigues usando tu voz", se le escucha decir.
Hablando desde su natal Hawái, la reina aseguró que su objetivo también es ayudar a la localidad de Lahaina y a todos los residentes de la isla hawaiana de Maui, que en agosto del año pasado fueron víctimas de terribles incendios forestales. A mediados de mayo, pocos días luego de su coronación, Gankiewicz voló al estado insular con el propósito de reunirse con los supervivientes de la catástrofe, escuchar sus necesidades y saber cómo contribuir desde su posición.
"Con el poco tiempo que tengo como Miss EE.UU., mi intención es llamar la atención y centrarme en la reconstrucción de Lahaina en mi isla de Maui. También espero ayudar a las delegadas de 2024 en la transición a una nueva era de Miss USA y apoyarlas en sus propios viajes hacia la corona", escribió en redes sociales tras asumir como nueva soberana de la belleza.
Miss EE.UU. en medio de renuncias y acusaciones
Gankiewicz mantendrá la corona hasta agosto, cuando tenga lugar la próxima edición del certamen y se elija a una nueva reina de Estados Unidos. Asumió el título luego de que Voigt, coronada en septiembre pasado, abdicara alegando públicamente problemas de salud mental, sin dar más detalles. A ella se sumó Miss Teen USA, UmaSofia Srivastava, quien unos días después también renunció, argumentado que sus valores personales no se alineaban completamente con los de la dirección de la organización.
En la carta de renuncia de Voigt enviada a la organización del concurso, y obtenida por varios medios, la exreina se quejó de varios problemas de gestión, "ambiente de trabajo tóxico" e incluso "intimidación y acoso". Tampoco podía expresar públicamente sus preocupaciones ya que, según dijo, estaba "silenciada contractualmente" para poder hablar por sí misma.
Además, acusó a la directora ejecutiva de Miss USA, Laylah Rose, de "difamar" su persona, llamándola "mentalmente enferma". Aseguró que las comunicaciones de Rose con ella eran escasas, "frías e innecesariamente agresivas" y que constantemente la amenazaba con quitarle el salario, entre otras medidas disciplinarias. Asimismo, afirmó que las directivas no tomaron en serio un incidente de acoso sexual en su contra que había denunciado. Los representantes del concurso se negaron a hacer comentarios al respecto.