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La escuela de futsal en Venezuela que capta el talento del barrio para forjar 'gladiadores'

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"En una vereda, en un balón deteriorado, en dos piedras, en el medio de la calle, es donde se forman los sueños de un jugador", cuenta el fundador Glender Barceló.
La escuela de futsal en Venezuela que capta el talento del barrio para forjar 'gladiadores'

El entorno de violencia a su alrededor no limitó los sueños de Glender Barceló, un joven de 31 años que vivía en una la populosa barriada caraqueña 'El Cementerio', una de las zonas que llegó a tomar la extinta peligrosa banda criminal de Carlos Revette. Tampoco le despojó de su sentido de vida la lesión que le impidió volver a jugar fútbol de salón, futsal o "futbolito", como se le dice en Venezuela.

Sus ganas de volver a la cancha y de dar a conocer a los niños que jugaban en su vereda con un balón maltrecho y un par de piedras para simular una portería, lo llevaron a formar su propia escuela, con el propósito de que esos jóvenes tuvieran la oportunidad de un futuro mejor vinculado al deporte.

"Eso me llevó a este trabajo, ver que hay muchos chamos (niños o adolescentes) con talento, con capacidades de proyección que pueden desarrollarlas y que si uno no les daba la mano podían irse a la mala vida, a un mal camino", comentó Barceló a RT desde el Parque de la Juventud y Familia del barrio San Agustín del Norte, donde ahora funciona la primera sede del club.

El sueño de Glender se hizo palpable cuando formalizó su academia el 22 de enero de 2022. Tres días después ofreció la primera práctica de un deporte que le ha dado a Venezuela la clasificación a dos mundiales y profesionales que se destacan en el futsal y en el fútbol campo, donde han llegado a formar parte de la selección 'Vinotinto'.

"Invité a varios chamos de la zona, hablé con sus padres para presentarles el proyecto, pero mucha gente no creyó y abandonaron el barco antes de comenzar. Sin embargo, eso me ayudó a tener mayor convicción, a continuar con la idea de la escuela y hasta el sol de hoy seguimos en pie".

Se forjan 'Gladiadores'

Tras casi dos años y medio de aquella primera experiencia, Barceló ahora conduce a 'Gladiadores' —club del que es entrenador principal y director técnico— bajo la premisa de dos frases: "talento de calle" y "talento de barrio".

"Gladiadores se ha convertido en una identidad. Es un nombre que va acorde con lo que quiero para la escuela, donde cada chamo sepa que defiende más que un uniforme, a una familia. Forjamos jóvenes con ambición positiva, que no se conforman, y eso hace que Gladiadores sea el nombre perfecto para el equipo".

La filosofía de Gladiadores, explica, es "entrega hasta el final", que "por encima de cualquier adversidad siempre hay que buscar salir adelante y dar batalla al contrincante más difícil. Esas son las características de un gladiador, una persona hábil, fuerte, mental y físicamente, que cuando se le cierran los caminos consigue un espacio para triunfar".

Barceló resalta que además de formar deportistas con valores, la escuela brinda a sus integrantes la oportunidad de salir del barrio para mostrar su talento en otros lugares y medirse con equipos de distintas zonas de Caracas o de otros estados como Miranda y La Guaira.

"Cuando un chamo tiene la oportunidad de salir e ir a probarse fuera de su zona le cambia la mentalidad. Pero si se queda en el barrio puede jugar sólo como un pasatiempo. Eso cambia cuando entra en un equipo y compite, ven que incluso pueden hacerse profesionales y se enganchan, se motivan".

Buenos ciudadanos

Para Barceló también es importante mantener un equilibrio para los niños entre el deporte, la educación, la formación de valores y la responsabilidad de los padres con el desarrollo de sus hijos.

"Buscamos formar buenos ciudadanos, por eso cada niño que entra aprende valores como compañerismo, amistad, empatía, la crítica constructiva, sana competencia y otros que los hacen mejores personas y los preparan para la vida".

Por ello, explica, la academia se ha convertido en una familia donde nadie se queda atrás. "Aquí vas a conseguir al chamo que se quita sus zapatos para prestárselo a otro que va a competir, el que comparte su agua con uno que no tiene, o el que presta su camiseta a otro que aún no la ha podido comprar".

"Esas acciones me hacen feliz, eso se llama familia y es algo que trato de inculcarles, que somos familia, que nos apoyamos y protegemos dentro y fuera de la cancha, que somos de buenos sentimientos y que el día de mañana ellos serán padres y madres con esa misma mentalidad".

Una academia para todos

Una virtud de Gladiadores es que está entre las academias más económicas del país, al cobrar menos de 20 dólares al mes, una oportunidad para que las familias de bajos recursos inscriban a sus hijos en un proceso de formación deportiva con estándares de calidad.

La cifra cobra notoriedad cuando se compara con otras escuelas de futsal y, sobre todo, de fútbol campo, que manejan precios desde 40 hasta más de 700 dólares, como la academia del club profesional Atlético de Madrid que pide por inscripción 480 dólares y 250 de mensualidad.

"Nuestra idea es formar bien a los jugadores y que lo puedan hacer con buenos implementos. Por eso, a pesar de nuestros costos, ofrecemos una academia con buenos resultados en formación y competencia que no le tiene que envidiar nada a escuelas caras".

En Gladiadores, hasta el momento, pueden practicar niños y niñas en seis categorías distintas: Sub-6 Sub-8, Sub-10, Sub-12, Sub-14 y Sub-16.

Barceló indica que para poder mantener la escuela activa deben cobrar esa cuota mensual porque, de momento, no tienen apoyo de entes públicos o patrocinio del sector privado. "Yo prefiero mantener bajos precios para que puedan entrenar aquí chamos de todos los sectores sociales, sin discriminación. Lo que busco es formar categorías competitivas y crecer en cantidad y calidad".

También resalta que con el esfuerzo que hacen los representantes para pagar al día, la escuela puede cumplir sus compromisos con entrenadores, alquiler de cancha, mantenimiento,  tener balones, entre otros. "Es lo que nos permite que la escuela sea sustentable y perdurar en el tiempo".

Talento de calle

Otro punto a favor de Gladiadores es que ofrece becas para jugadores con alto nivel de proyección deportiva pero que por sus condiciones económicas no pueden pagar el costo de la escuela.

"Sabemos que hay padres en situaciones difíciles, que cobran salarios bajos y que sacan de gotica en gotica para poder pagar. Por eso ofrecemos becas a jugadores con gran talento y de bajos recursos. La idea es ayudar a formarlos con visión para su futuro".

Para Barceló, los pilares de su escuela siempre serán "los chamos que juegan en la calle" y que no tienen recursos para entrenar formalmente. "En el barrio hay demasiado talento, el puro, el que nace con la persona y que al formarlo se convierte en un jugador diferente y se destaca".

"Si me toca reforzar el equipo, primero voy a mirar al barrio, porque ahí está el talento emergente. Por eso nuestro lema es talento de barrio o de calle, porque ahí, en una vereda, en un balón deteriorado, en dos piedras, en el medio de la calle, es donde se forman los sueños de un jugador".

Logros y objetivos

Desde que formó Gladiadores, Barceló ha trabajado por competir al más alto nivel. Su escuela ha logrado varios campeonatos en copas locales, pero su objetivo es ser uno de los mejores clubes del Distrito Capital.

"Ya me he enfrentado contra equipos de la Liga Élite de Distrito, he ganado y he perdido, y aunque todavía nos falta, le podemos hacer frente a muchos de ellos".

Glender, como lo llaman sus alumnos, dice que le ha sorprendido mucho el avance de sus jugadores. "Venían de no pisar la pelota y ahora varios de ellos se han convertido en capitanes, en baluartes de la escuela que llevan la batuta en su categoría".

"También tengo jugadores en proceso, que con dedicación han logrado muchas cosas positivas. Algunos han sido llamados por otras academias y eso me hace sentir feliz, porque sé que mi escuela aporta a otros clubes e inclusive a equipos de fútbol campo".

Hablan los Gladiadores

El niño Diego López contó a RT que a él le gusta pertenecer a los Gladiadores porque ha aprendido y avanzado mucho en el juego. "También me gustó porque conocí a muchos compañeritos y así fui creando amistades. Para esto hay que tener mucha disciplina e importancia en lo que estás haciendo".

Diego López, jugador Sub-10
Diego López, jugador Sub-10
Para esto hay que tener mucha disciplina e importancia en lo que estás haciendo

Por su parte, Camila Díaz dijo: "Entré porque fue una escuela que me gustó cuando la vi, hemos sido campeones ya tres veces y también he conocido muchos amiguitos y compañeros".

Para Abraham Valladares, quien ha ganado tres campeonatos y cuatro medallas como gladiador, el futsal "es un deporte de perseverancia y disciplina".

"Si de verdad no te apasiona o no te gusta mucho, no lo puedes hacer, porque es algo que necesita mucha constancia", agregó.

Entre tanto, Samuel Matos dice que se siente "muy bien" con el equipo y que para él jugar fútbol sala no es sólo una diversión sino algo que le apasiona. Su meta es emular a algunos de sus ídolos en la cancha. 

Samuel Matos, jugador Sub-12
Samuel Matos, jugador Sub-12
Quisiera ser como Cristiano Ronaldo, Mbappe, Messi, ser uno de esos jugadores

A su vez, Jeremi Palma resaltó: "Yo amo el fútbol, me gusta el fútbol desde chiquito (...) me encanta este equipo".

"Con este equipo siento que lo hago bien, porque estuve en diferentes equipos con los que nunca avancé, pero en este sí siento que avancé más. También me gustaría llegar a lo grande".

A Job Gil, uno de los porteros de la Sub-16, le llamó "mucho la atención" Gladiadores porque "tienen un gran estilo de juego".

Igualmente, Julio Santana dijo que se siente "orgulloso" de ser un gladiador por lo hace parte de "un equipo excelente".

Mientras que Santiago Bayona expresó: "Es una excelente escuela que me ha enseñado muchas cosas".

Moisés Castro añadió que le gusta la academia porque "tiene cosas que otros equipos no tienen, como disciplina y excelentes entrenadores".

Padres, representantes y entrenadores

Edward Guzmán resaltó que él como representante ha vivido "una experiencia bastante bonita e importante" porque la escuela "ha permitido el desarrollo integral de los niños".

Por su parte, Nathali Molina relató que su hermano ahora "se siente más motivado" a practicar el deporte porque hay un ambiente de "mucha unión" en el equipo.

Armando La Cruz comentó que decidió llevar a su hijo a esta escuela porque "entrenan muy bien y son muy guerreros". "Es un grupo muy unido y les gusta mucho competir", agregó.

Armando La Cruz, representante
Armando La Cruz, representante
Es un grupo muy unido y les gusta mucho competir

Toni Chávez, representante y uno de los principales colaboradores del equipo comentó: "La escuela es muy disciplinada, competitiva y echada para adelante y les da resistencia física, que muy poco se ve en las escuelas. Yo también colaboro con el transporte de los niños y me satisface bastante ayudarlos".

Luis Durán, uno de los entrenadores de Gladiadores, resalta que su experiencia ha sido "muy satisfactoria".

"Sacar a los muchachos del ocio es algo beneficioso para ellos", indicó.

Por su parte, Dariana Zabalza, exjugadora de Gladiadores y ahora entrenadora de las categorías Sub-6 y Sub-10, afirmó estar orgullosa de cosechar logros en la escuela.

"Empecé primero acompañando a mi hermanito y vi que me comenzó a gustar. Cuando comencé a jugar, vi la pasión que le tenía al juego, que le meto corazón y tuve frutos, como ahora, que soy entrenadora de la escuela que me vio crecer como jugadora".

Además de la sede de San Agustín del Norte, Gladiadores logró abrir otra sucursal en el Parque Arístides Rojas, en la parroquia El Recreo de Caracas, donde el objetivo es conseguir más talentos de las zonas aledañas para que se integren a la práctica deportiva.

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