Durante la noche del jueves para viernes, las fuerzas de defensa aérea derribaron 50 drones ucranianos sobre el territorio de tres provincias rusas, informó el Ministerio de Defensa ruso.
En detalle, 14 drones fueron destruidos en el territorio de la región de Krasnodar, 26 en la de Zaporozhie y 10 en la de Rostov. En los primeros momentos, el gobernador de Krasnodar, Veniamín Kondrátiev, informó que un bloque de apartamentos de tres plantas resultó dañado. Seis personas fueron hospitalizadas, entre ellas dos niños. Todos los afectados están recibiendo la atención médica necesaria.
Poco más tarde, el gobernador comunicó que una niña murió como resultado de los ataques. "Lamentablemente, una niña de seis años, que resultó herida en una incursión de drones en Primorsko-Ajtarsk, falleció en el hospital a consecuencia de las heridas", escribió.
La jornada anterior, un hombre murió y dos mujeres resultaron heridas por el ataque de un dron de las Fuerzas Armadas de Ucrania contra el norte de Donetsk.
En junio, el presidente de EE.UU., Joe Biden, afirmó que su Gobierno no permite a Ucrania utilizar sus armas para atacar la capital rusa, Moscú, por lo que la actividad bélica de Kiev se limita a la zona "cercana a la frontera".
"No hablamos de darle [a Ucrania] armas para atacar Moscú, el Kremlin", sino "solo al otro lado de la frontera", dijo. Algunos informes indicaron en aquel momento que Biden había dado autorización a Ucrania para atacar con sus armas dentro de Rusia.
Desde Moscú han señalado en repetidas ocasiones que Occidente y el régimen de Kiev, que está bajo su control, "están jugando con fuego" al atacar el territorio de Rusia, subrayando que tales acciones no quedarán sin respuesta.