Rusia presenta pruebas del impacto de un misil occidental lanzado por Ucrania contra un hospital en Kiev

Desde la Cancillería rusa recordaron que no es la primera vez que los misiles antiaéreos ucranianos impactan contra objetivos civiles y que el régimen de Kiev despliega deliberadamente instalaciones militares en barrios residenciales.

La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, denunció este martes los intentos del régimen de Kiev de culpar a Moscú de supuestos ataques deliberados contra objetivos civiles, y resaltó que ya se ha confirmado que un misil antiaéreo ucraniano impactó la jornada anterior contra una edificación en el territorio del hospital infantil de la capital ucraniana. 

La vocera indicó que el 8 de julio, "en respuesta a los repetidos intentos de las FF.AA. de Ucrania de causar daño a las empresas del complejo económico" de Rusia, las Fuerzas Armadas rusas "lanzaron un ataque grupal con armas de precisión de largo alcance contra objetivos militares en Ucrania". Entre los objetivos alcanzados por los misiles rusos se encuentran:

Zajárova señaló que durante el ataque ruso contra los objetivos militares ucranianos "una vez más, como ya ha ocurrido en muchas ocasiones con la defensa aérea ucraniana, sus misiles se desviaron e impactaron contra edificios residenciales e instituciones sociales".

"Lo mismo ocurrió esta vez. Ya se ha confirmado, incluso por numerosos testigos, que uno de los misiles del sistema antiaéreo NASAMS, de fabricación occidental [noruega], impactó contra una edificación en el territorio del hospital infantil Ojmatdet en Kiev", afirmó.

Kiev usa a los civiles como "escudos humanos"

La portavoz denunció que el régimen de Kiev "inmediatamente comenzó a acusar a Rusia de matar deliberadamente a niños". "No obstante, nadie mencionó que al lado de la clínica afectada se encuentra la planta Artiom, y a unos pasos está situado un complejo de edificios del Ministerio de Defensa de Ucrania y almacenes de las FF.AA. de Ucrania", resaltó Zajárova.

Además, hizo hincapié en que "nadie tampoco dijo que los 'banderistas'" —seguidores del colaborador nazi Stepán Bandera— "colocan deliberadamente sistemas de defensa aérea en los barrios residenciales, escondiéndose detrás de los civiles y usándolos como un 'escudo humano'".

"La junta de Kiev lleva mucho tiempo utilizando las empresas exclusivamente civiles con fines militares, convirtiéndolas en talleres para ensamblar y reparar equipo militar o en almacenes para las armas y equipo militar occidentales. Es más, las propias FF.AA. de Ucrania se esconden detrás de la gente civil y objetivos civiles", dijo la portavoz. Añadió que en Ucrania "se ha generalizado la práctica de acoplar vagones con equipo y personal militar a trenes de pasajeros", y "el transporte postal también se utiliza para transportar armas".

"Todo esto es una grave violación del derecho internacional humanitario, que prohíbe el uso de bienes civiles con fines militares", recordó.

La alta diplomática argumentó que "los intentos del régimen de Zelenski de utilizar la tragedia ocurrida en el hospital infantil en Kiev con fines propagandísticos confirman una vez más su inhumana esencia nazi". "Para mantenerse en el poder, el régimen de Kiev está dispuesto a cometer cualquier crimen. Es indiferente al destino y a las vidas de sus conciudadanos, incluidos los niños", lamentó.