La agenda de Emmanuel Macron por el momento no incluye los planes de nadar en el Sena, a pesar de su firme promesa de hacerlo. Desde el Palacio del Elíseo han asegurado que el presidente de Francia mantiene la intención de surcar las aguas del río parisino, tal y como se ha comprometido a hacerlo en varias ocasiones, pero que esto sucederá "no necesariamente" antes de los Juegos Olímpicos que acoge la capital a partir del 26 de julio.
"No anunció que iba a nadar antes de los Juegos Olímpicos, anunció que iba a nadar, y siempre ha expresado esta certeza. No tendrá necesariamente la oportunidad de hacerlo antes de los Juegos", aclaró la Presidencia francesa este viernes ante la aguda atención mediática hacia la promesa presidencial.
"Como dijo cuando lo anunció, lo que le parece esencial, más allá del hecho de que nos permite organizar competiciones olímpicas, es que nos permitirá, sobre todo, abrir zonas de baño para todos los habitantes de Île-de-France, y serán muchos, en los próximos años. Así que, sin duda, con este espíritu tendrá la oportunidad de bañarse cuando pueda hacerlo", agregaron.
Macron prometió nadar en el río Sena en un aparente intento de demostrar que está limpio. "Lo haré sin falta", aseguró a finales de febrero, negándose, sin embargo, a concretar la fecha.
Bañarse en el Sena, que no destaca por aguas cristalinas, está prohibido desde 1923. Un mal funcionamiento del sistema de bombeo provocó el vertido al río de alrededor de 50.000 metros cúbicos de aguas residuales a principios de junio, poniendo al Gobierno francés en apuros en su carrera a contrarreloj por limpiar las aguas de cara a los Juegos Olímpicos. Las pruebas hídricas mostraron el mes pasado los niveles de las bacterias fecales 'Escherichia' y 'Enterococcus' por encima de los límites autorizados establecidos por las federaciones deportivas y los estándares de baño europeos.