El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, no considera confirmada la noticia sobre la entrega a Ucrania de varios cazas F-16 y estima que "aquí no hay ninguna píldora mágica, ninguna panacea".
"Las Fuerzas Armadas del régimen de Kiev no tendrán ninguna panacea", afirmó en una conversación telefónica con la emisora de radio Mayak, añadiendo que "deben darse cuenta de ello". "Aparecerán estos aviones, su número disminuirá paulatinamente, serán derribados, destruidos, y estos suministros no podrán influir considerablemente en la dinámica del desarrollo de los acontecimientos en el frente", aseguró Peskov.
El secretario de prensa de Vladímir Putin recordó que en Rusia ya han declarado un premio a quien derribe primero un caza de este tipo. El anuncio fue difundido a mediados de julio por el Ministerio de Defensa y la cuantía de la remuneración fue establecida por un patrocinador, la compañía FORES, un fabricante ruso de agentes químicos para la fracturación hidráulica.
Mientras tanto, según datos del periódico británico The Telegraph, los primeros aviones F-16 ya participan en misiones de combate como medios de defensa aérea. A su vez, The Wall Street Journal supo que los aviones en disposición del régimen de Kiev serían equipados con los misiles aire-aire AMRAAM y aire-tierra AGM-88 HARM, entre otras armas.