Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Colombia, Gustavo Petro, y México, Andrés Manuel López Obrador, conversaron telefónicamente este jueves sobre la situación en Venezuela tras los comicios del pasado 28 de julio, en los que fue proclamado ganador el actual presidente, Nicolás Maduro.
En un comunicado conjunto, los jefes de Estado recalcaron que "las controversias sobre el proceso electoral deben ser dirimidas por la vía institucional", al tiempo que puntualizaron que "el principio fundamental de la soberanía popular debe ser respetado mediante la verificación imparcial de los resultados".
Amén de recalcar que siguen "con mucha atención el proceso de escrutinio de los votos", hicieron "un llamado a las autoridades electorales de Venezuela para que avancen de forma expedita y den a conocer públicamente los datos desglosados por mesa de votación".
En relación con las protestas violentas registradas durante las últimas jornadas, exhortaron "a los actores políticos y sociales a ejercer la máxima cautela y contención en sus manifestaciones y eventos públicos con el fin de evitar una escalada de episodios violentos", en tanto "mantener la paz social y proteger las vidas humanas deben ser las preocupaciones prioritarias en este momento".
Para concluir, el documento insiste en el "respeto" de Da Silva, López Obrador y Petro por la soberanía de la voluntad del pueblo de Venezuela", quienes reiteraron su "disposición para apoyar los esfuerzos de diálogo y búsqueda de acuerdos que beneficien al pueblo venezolano".
Los temas
En su conferencia de prensa matutina, López Obrador adelantó que abordaría con sus colegas "las posturas que se tienen sobre Venezuela", al tiempo que destacó que las tres naciones "han actuado con prudencia" para no inmiscuirse "en un asunto que corresponde fundamentalmente a los venezolanos".
Precisó, asimismo, que han hecho cuatro planteos: rechazo a la violencia, respeto a la voluntad expresada por los venezolanos en las urnas, que se presenten las pruebas y las actas que garanticen la transparencia del proceso electoral y que no haya injerencias extranjeras.
"Si hay voluntad de aclarar las cosas y de que se respete el voto de los ciudadanos, se va a lograr un acuerdo; yo deseo eso, que se logre un acuerdo, que haya diálogo", apuntó.
Posiciones de Lula y Petro
Previamente, Lula aseguró en una entrevista que "no hay nada inusual" en las diferencias políticas advertidas en Venezuela y aseveró que está "convencido" de que la reciente conflictividad hace parte del "proceso normal" en un evento electoral.
Además, rechazó la intervención directa de terceros países y puntualizó que la diatriba se resolvería con la presentación de las actas de votación por parte del Consejo Nacional Electoral de Venezuela.
De su parte, Petro, en respuesta a la opositora María Corina Machado, quien funge de vocera del sector que no reconoce el resultado de las votaciones, advirtió que "no es un gobierno extranjero el que debe decidir quién es el presidente de Venezuela. Es a las venezolanos a quienes corresponde llegar a un acuerdo político para que cese la violencia en su país y establecer la forma transparente como se pueda adelantar un escrutinio con garantías para todos", aunque también recomendó la puesta en marcha de mecanismos de auditoría orientados a garantizar la transparencia del proceso.
- Este martes, tras el desconocimiento de los resultados electorales por parte de la oposición y focos de violencia protagonizados por grupos de choque, Maduro acudió a la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para interponer un recurso de amparo en el que solicitó el peritaje de los comicios, que tendrá como objetivo que el ente "se aboque a dirimir el ataque contra el proceso electoral y el intento de golpe de Estado" y "aclare todo lo que haya que aclarar".
- El mandatario venezolano también solicitó que el máximo tribunal citara a todos los candidatos, incluyéndolo, para que presenten sus actas de escrutinio y que se verifique tanto el ataque cibernético contra el sistema de transmisión de datos del CNE como la agresión a centros electorales y sedes del organismo.