Rusia pide al OIEA que "no se limite a declarar la inadmisibilidad" de los ataques de Kiev a la central de Zaporozhie

El jefe de la corporación estatal rusa denunció que la pausa de 12 minutos entre los ataques ucranianos con drones muestra el deseo de "afectar no sólo a la instalación, sino también a los bomberos".

Moscú considera el reciente ataque de Kiev a la central nuclear de Zaporozhie un golpe selectivo a la seguridad de la planta, que representa un nuevo nivel de agresión nuclear, declaró este lunes el jefe de la corporación estatal rusa Rosatom, Alexéi Lijachev.

"Consideramos que el atentado que tuvo lugar no fue solo una provocación, sino un ataque dirigido contra la seguridad de las infraestructuras", afirmó durante una emisión del canal Rossiya-24. "Los acontecimientos de la pasada noche [...] seguramente han llevado la agresión del Ejército ucraniano contra las instalaciones nucleares a otro nivel", agregó. En este sentido, Lijachev pidió al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que "no se limite a declarar la inadmisibilidad" de los ataques ucranianos a la central, sino que evalúe claramente lo ocurrido.

El jefe de Rosatom también denunció que la pausa de 12 minutos entre los ataques con drones muestra el deseo de "afectar no solo a la instalación, sino también a los bomberos" que acuden al lugar cinco o seis minutos después.

El domingo, varios drones ucranianos impactaron contra las instalaciones de los sistemas de refrigeración de la central nuclear de Zaporozhie. Tras extinguir el incendio causado por el impacto, la dirección de la planta informó que las llamas no afectaron a su actividad y "funciona con normalidad". "Las seis unidades, como antes, no están operando y se encuentran en estado de 'parada fría'", detallaron. 

A su vez, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, calificó el ataque ucraniano de "terror nuclear en el continente" e instó al director general del OIEA, Rafael Grossi, a que responda ante esta situación. Grossi, por su parte, denunció que "estos ataques imprudentes ponen en peligro la seguridad nuclear de la central y elevan el riesgo de un accidente nuclear", por lo que "deben cesar ya". Sin embargo, no mencionó la autoría de los ataques.