La incursión de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el territorio de la provincia rusa de Kursk plantea ante el presidente Vladímir Putin un "dilema real", opinó el mandatario estadounidense, Joe Biden, este martes en su primer comentario para la prensa sobre la situación. Admitió, a continuación, en nombre de su Administración: "Hemos estado en contacto directo y constante con los ucranianos".
El presidente estadounidense se negó a ofrecer más detalles sobre el involucramiento de Washington en la operación transfronteriza "mientras esté activa".
Hace un mes, Biden afirmó en una rueda de prensa que había autorizado al régimen de Kiev a atacar territorios rusos cercanos a la zona de conflicto con armas estadounidenses, pero, por otro lado, sostuvo "no tendría sentido" permitir que estas fueran utilizadas para atacar Moscú o, más concretamente, el Kremlin.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, expresó este lunes que con los recientes intentos de incursión en la provincia de Kursk, el régimen de Kiev trató de robustecer su posición en posibles negociaciones, pero ahora no hay nada de qué hablar con la parte del conflicto que ataca a civiles e instalaciones nucleares.
"Los dirigentes del régimen de Kiev no solo están cometiendo crímenes contra el pueblo ruso, sino que, de hecho, han emprendido el camino del exterminio de los propios ucranianos", aseveró.
Mientras tanto, el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia puso al descubierto este martes que las élites estadounidenses estiman que las "acciones frenéticas" de Zelenski se basan principalmente en su propio deseo de mantenerse en el poder después de la expiración el 20 de mayo de su mandato presidencial, que le hace tomar "pasos locos que amenazan con la extensión de la escalada mucho más allá de las fronteras de Ucrania".