El Vaticano expulsó a Luis Fernando Figari, fundador del Sodalicio de Vida Cristiana, congregación religiosa investigada por presuntos abusos sexuales que fueron denunciados hace años en Perú.
Mediante un comunicado, publicado este miércoles por la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), se informó que la decisión fue oficializada el viernes pasado mediante un decreto en el cual Figari queda separado "de la sociedad de vida apostólica 'Sodalicio de Vida Cristiana'".
Según el decreto difundido por la CEP, el papa Francisco calificó lo ocurrido como un "escándalo" y tildó de "inaceptables" los hechos que implican a Figari, porque producen "grave daño al bien de la Iglesia y de cada uno de los fieles".
El sumo pontífice tomó la decisión ante los "resultados obtenidos y las certezas adquiridas durante el transcurso" de una investigación oficial y para "restablecer la justicia dañada por el comportamiento" de Figari "a lo largo de muchos años".
El periodista Pedro Salinas, quien padeció maltratos psicológicos y físicos en el Sodalicio, publicó en 2015, con la colaboración de la también comunicadora Paola Ugaz, un superventas titulado 'Mitad monjes mitad soldados', en el cual se revelan los métodos de la congregación, comprometida en graves incriminaciones, como abusos de poder o manipulación psicológica.
"Gesto de caridad pastoral"
El Sodalicio emitió un comunicado en el cual valoró la medida de Francisco como "un gesto de caridad pastoral, justicia y reconciliación dentro de nuestra comunidad y con todas aquellas personas que han sido afectadas por abusos cometidos por el señor Figari".
En el pronunciamiento, firmado por el superior general del Sodalicio de Vida Cristiana, José David Correa González, se recordó que ya en 2014 impusieron medidas disciplinarias a Figari y en 2016 lo declararon 'persona non grata'.
"Después de mucha reflexión y diálogo, en diciembre de 2019 solicité a la Santa Sede la expulsión del señor Figari", puntualizó Correa.
Historial
En 2017, el Sodalicio hizo una indagación interna e identificó a varios agresores, que fueron retirados de la organización. Su informe concluyó que al menos 36 personas, 19 de ellas menores de edad, habrían sido víctimas de abusos sexuales entre 1975 y 2002 por parte de miembros del grupo.
Luego de revisar documentación, la Santa Sede aseguró que los actos de Figari podían "ser al máximo considerados gravemente pecaminosos", aunque no afirmaron con certeza que hubiesen implicado abuso de menores o violencia. En esa oportunidad, el prelado fue sancionado con varias medidas y le prohibieron volver al Perú, "excepto por motivos muy graves".
Al año siguiente, el Vaticano anunció la intervención del Sodalicio. Previamente la Fiscalía de la Nación había pedido prisión preventiva para varios integrantes y exmiembros de la organización, entre ellos Figari.
A mediados de 2023, la Santa Sede envió al arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y al sacerdote español, Jordi Bertomeu, a indagar sobre las acusaciones de abusos sexuales, físicos y psicológicos en el Sodalicio.