Argentina registró en julio un índice de inflación de 4 %, el más bajo en lo que va de 2024, y acumula 263,4 % en los últimos doce meses, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El Índice de Precios al Consumidor (IPC), que publica mensualmente el organismo, señala un incremento de 87 % en los primeros 7 meses del año.
La división de mayor aumento en julio fue restaurantes y hoteles (6,5 %) y bebidas alcohólicas y tabaco (6,1 %). Le siguieron vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (6,0 %) por las subas en alquiler de la vivienda y gastos conexos y suministro de agua.
En tanto, el rubro de mayor incidencia en todas las regiones –excepto Noreste– fue alimentos y bebidas no alcohólicas (3,2 %), donde se destacaron los aumentos de frutas y verduras, tubérculos y legumbres, detalló el Indec.
En junio, la inflación cortó una racha de 5 meses consecutivos de desaceleración, al marcar 4,6 % después de un registro de 4,2 % en mayo, y 8,8 % en abril.
El Ministerio de Economía, que encabeza Luis Caputo, destacó en redes sociales oficiales que en julio "se registró la inflación más baja en lo que va del año". El comentario, publicado en X, fue acompañado de un cuadro comparativo que exhibe la evolución del IPC en los últimos siete meses.
"Tema terminado"
Para el séptimo mes del año, tanto el Gobierno de Javier Milei como los analistas privados esperaban una inflación por debajo del 4 %.
El martes, el vocero de la Presidencia, Manuel Adorni, aseguró que "la inflación es un tema que, desde lo técnico, está terminado", y eso fue resultado de la gestión libertaria.
"Hicimos todo lo que había que hacer para solucionarla, lo que queda es tiempo para ir viendo esa inflación derrumbarse", dijo Adorni en conferencia de prensa.
La desaceleración de precios es sostenida desde el salto inflacionario récord que se vio en diciembre (25,5 %), apenas asumió el Gobierno libertario, empujada por una devaluación del 50 %.
A partir de allí, el fuerte ajuste aplicado por la Casa Rosada en la economía derivó en un cuadro recesivo en el consumo y la producción por la pérdida del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones. Así se mantuvo la inflación en declive hasta el leve salto observado en junio.