Un peluche salvó a una niña de diez años, al protegerla de la explosión de un dron en la ciudad rusa de Sudzha, en la provincia de Kursk, al suroeste del país, que viene siendo blanco frecuente de ataques ucranianos.
El dron voló hacia la escotilla abierta del coche en el que la niña y su hermano iban a ser evacuados por su tío y su tía, dijo este jueves a RT la madre de los niños. Según Ekaterina, el dron estaba lleno de bolas metálicas como perdigones de escopeta.
Gracias a un peluche largo con forma de gato, la niña sólo resultó herida en una rodilla, de la que le sacaron tres esquirlas. El chico resultó herido de más gravedad y presenta traumatismo craneal, con metralla destrozada en el interior. En Kursk, los médicos estabilizaron el estado del niño y lo enviaron a Moscú. "La operación duró ocho horas, pero los médicos consiguieron salvar a mi hijo. Me inclino ante ellos. Ya camina un poco e incluso ha pedido de comer", relató Ekaterina. Su tía, que también estaba en el coche en el momento del ataque, salió casi ilesa, pero su marido sufrió múltiples heridas de metralla y fue salvado por los médicos.
La provincia de Kursk fue afectada por una ofensiva de Kiev la semana pasada. Las fuerzas rusas lograron impedir el avance de los combatientes ucranianos y eliminaron un gran número de efectivos y equipos bélicos en la zona. En once regiones de primera línea, al menos 43 menores se han visto afectados por los drones ucranianos desde el 1 de enero hasta la fecha. De todos ellos 9 perdieron la vida y 34 resultaron heridos.