El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, respondió este jueves a su par de Colombia, Gustavo Petro, que más temprano en sus redes sociales había publicado un mensaje en el que alentaba al mandatario venezolano a que consiguiera "una solución política" al conflicto generado por la oposición radical tras no reconocer los resultados de las elecciones presidenciales.
"En el caso de Colombia, hemos venido reconstruyendo con mucha dedicación las relaciones, creo que van bien las relaciones con el presidente Petro, nosotros en privado hablamos muchos temas siempre, nos llamamos por teléfono y hablamos muchos temas también, pero jamás yo con Colombia practicaría la diplomacia de micrófono, nunca, no lo voy a hacer de verdad", expresó Maduro en declaraciones a Telesur.
Maduro recordó que Venezuela es país garante de la negociación de paz que mantiene el Gobierno de Colombia con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y que, en ese sentido, "jamás" emitiría "opiniones sobre qué debe hacer Colombia para superar la guerra que está terrible, cada vez peor".
"Yo nunca voy a decir: 'Colombia y su gobierno debe hacer esto o esto o esto' y sacar en mis redes sociales un consejo, no. Cada presidente sabe, cada Estado, cada país, sabe qué debe hacer con sus asuntos internos y seguiremos ayudando a Colombia en su proceso de paz".
¿Qué propuso Petro?
El presidente colombiano publicó un mensaje en X donde alentaba a Maduro a que consiguiera "solución política" para Venezuela. "De Nicolás Maduro depende una solución política para Venezuela que lleve paz y prosperidad a su pueblo".
En el texto, el mandatario de izquierda consideró que la experiencia del Frente Nacional colombiano, si es "usada transitoriamente", puede "ayudar a la solución definitiva" a la cuestión venezolana.
El Frente Nacional colombiano fue un acuerdo entre el Partido Liberal y el Partido Conservador para compartirse el poder durante 16 años, con el objetivo de pacificar el país y frenar las violencias entre facciones partidistas, refiere el portal Señal Memoria. En Venezuela ya hubo una experiencia similar, que se llamó el Pacto de Punto Fijo, y con el que se justificó la política represiva contra la izquierda durante 40 años.
La propuesta de Petro también contempla el levantamiento de todas las medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela, una "amnistía general nacional e internacional", así como "garantías totales a la acción política", un "Gobierno de cohabitación transitorio" y la celebración de "nuevas elecciones libres".
En otra publicación, Petro agregó que "un acuerdo político interno" en Venezuela "es el mejor camino a la paz", tras resaltar la importancia de la no injerencia de terceros países en el asunto. "Depende solo de los venezolanos", dijo.
Sobre la postura de Brasil
En cuanto a la postura de su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, Maduro recordó que cuando se hicieron las elecciones presidenciales en Brasil, el expresidente Jair Bolsonaro también cantó fraude y no reconoció la victoria de Lula, tal y como lo hizo la extrema derecha venezolana en los recientes comicios.
"En Brasil también, el expresidente Bolsonaro, de extrema derecha, aliado de la extrema derecha fascista de Venezuela, también grito fraude y no aceptó la derrota, y fue el Tribunal de Brasil que decidió y nadie salió desde Venezuela, nuestro Gobierno ni nadie y creo que en el mundo a pedir nada, decidió el Tribunal santa palabra", comentó Maduro.
Después, añadió el mandatario venezolano, la extrema derecha brasileña sorprendió "el 8 de enero con un intento de golpe de Estado y asalto a los Poderes Públicos, y lo que se hizo desde Venezuela fue condenar la violencia del fascismo".
"Jamás nosotros practicamos la diplomacia de micrófono", reiteró Maduro sin mencionar directamente a Lula, quien horas antes hizo comentarios sobre el tema venezolano.
Para resolver la cuestión, Lula adelantó en una conversación con Radio T, que ha puesto sobre la mesa varias opciones entre las partes, como la posible constitución de un "gobierno de coalición", que integre a miembros del oficialismo y de la oposición; o incluso la repetición de los comicios. Sin embargo, no desveló cuál ha sido la respuesta de los dos factores.
Además, afirmó que no se quiere "comportar de forma apasionada o precipitada [sobre la cuestión de Venezuela]" y defendió el respeto a los asuntos internos de cada país.
Tanto Petro como Lula han asumido un papel como mediadores entre las partes, en una iniciativa que contó al principio con la participación activa de México. No obstante, esta semana el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se deslindó de las conversaciones al alegar que prefiere esperar el dictamen del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela.
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