Los femicidios de dos lideresas sociales del chavismo, tras el anuncio de los resultados electorales en Venezuela, han puesto sobre la mesa la invisibilización de este tipo de crímenes por parte de los medios y la persistencia de este tipo de hechos en el país suramericano, donde la violencia política también afecta a las mujeres que cumplen responsabilidades en sus comunidades.
En entrevista con RT, Aimee Zambrano, antropóloga e integrante del Observatorio Utopix, afirmó que "los discursos de odio" en países polarizados apuntan contra las "mujeres que están conformando tejido social", principalmente antes, durante y después de las elecciones.
Así, las mujeres, que han asumido roles protagónicos frente de las luchas sociales en que se desarrollan en el país, han sido objeto permanente de acciones de violencia política que, según los análisis, tiene su origen en el discurso de odio.
Una amenaza
Maritza Escalona, jefa de comunidad cuya labor es supervisar los programas sociales que llegan a su entorno, manifestó que desde que el Consejo Nacional Electoral (CNE) emitió el primer boletín, que dio como ganador al presidente Nicolás Maduro, fue objeto de agresiones permanentes y amenazas de muerte.
"Me mandaron la foto de una granada y me dijeron que me la iban a tirar a mi local [comercial] y que el Gobierno no me iba a salvar de esto. En la puerta de mi casa me dejaron escrito: 'basura'", dijo a RT.
Según Utopix, entre 2019 y 2024 se han registrado 46 casos de feminicidios por razones políticas. Las víctimas son funcionarias de organismos del Estado, de cuerpos policiales y mujeres que hacen trabajo comunitario. En muchos casos, sus cuerpos son marcados con mensajes atemorizantes o expuestos en espacios públicos.
Ante esta situación de violencia que afecta a las mujeres, los colectivos feministas denuncian que estas acciones están concebidas para intimidar y desplazar a las líderes comunitarias y así evitar que concreten su labor social, sobre todo en los sectores populares; por ello exigen medidas al Estado para frenar los discursos de odio y proteger a las víctimas.
Las víctimas silenciadas de la violencia
Luego de que fue conocido el primer boletín del CNE se registraron ataques en contra de la infraestructura pública, funcionarios del Estado y líderes sociales de base. Las autoridades venezolanas responsabilizan al sector extremista de la oposición, liderado por María Corina Machado, de organizar y financiar estos actos para generar zozobra y desconocer los resultados electorales donde el excandidato Edmundo González quedó de segundo.
En medio de estos hechos violentos, Isabel Cirila Gil y Mayauri Coromoto Silva Vielma fueron asesinadas. La primera víctima recibió 48 puñaladas en la cabeza en la ciudad de El Callao, en el estado Bolívar, en el sur del país, mientras que la segunda fue baleada cuando llegaba de una marcha en apoyo a Maduro. En desagravio por su muerte, el mandatario venezolano las declaró "mártires".
La prensa internacional no publicó información sobre estos feminicidios y omitió quiénes fueron las víctimas y heridos. De acuerdo con la Fiscalía General de Venezuela, 25 personas fueron asesinadas, la mayoría de ellas funcionarios de los cuerpos de seguridad y dirigentes del chavismo.