El Senado de Argentina aprobó este jueves en general con 61 votos a favor, 8 en contra y 0 abstenciones una controvertida reforma jubilatoria, que ya había sido avalada en la Cámara de Diputados, y que era impugnada por el presidente Javier Milei.
La ley establece una reparación en los ingresos de jubilados y pensionados que perdieron en el mes de enero, por efecto de la inflación, y porque esa diferencia no fue incluida en la actualización que el presidente, Javier Milei, determinó por decreto en abril.
La nueva normativa desafía el ansiado "equilibrio fiscal" que presume el mandatario, y por eso anticipó que la vetará. De hecho, de los ocho votos negativos que recibió el proyecto, siete son del bloque completo de La Libertad Avanza (LLA -oficialismo), y solo uno pertenece al Pro (macrismo), ya que el resto de los senadores del espacio votó a favor.
De esta forma, el Gobierno sufrió una nueva derrota parlamentaria, en una agitada semana en la que perdió el control de la Comisión Bicameral de Inteligencia y, además, se derogó el decreto presidencial que destinaba millonarios fondos reservados a la Secretaría General de Inteligencia del Estado (Side).
La polémica estalló el pasado 5 de junio, ya que, en una maratónica sesión, los diputados opositores sumaron votos para aprobar una nueva ley de Movilidad Jubilatoria, que otorga un incremento adicional del 8,1 % a jubilados y pensionados, lo que, de acuerdo con la Comisión de Previsión Social, tendría un costo presupuestario de 0,43 % del Producto Interno Bruto.
El incremento tendrá una actualización mensual atada al Índice de Precios al Consumir (IPC) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) para medir la inflación. Además, establece que las jubilaciones mínimas deberán estar por encima del valor de la canasta básica de alimentos.
La iniciativa ya tenía la media sanción de Diputados, cuando fue votada en junio por dos tercios de la Cámara baja.
Veto anunciado
El proyecto se contrapone con el duro ajuste del gasto público ejecutado por Milei, quien se niega a entregar mayores recursos a los jubilados porque ello altera su plan económico, a ocho meses de haber iniciado un Gobierno ya provocó un drástico aumento de la pobreza con sus políticas, en un país que ya atravesaba una profunda crisis.
Por eso, desde que la reforma se votó en la Cámara de Diputados, el presidente advirtió que iba a defender "la caja a puro veto si es necesario" para evitar el déficit fiscal.
Este jueves, antes de la votación, el vocero presidencial, Manuel Adorni, reiteró que no permitirán que la reforma entre en vigencia. "Todo lo que vaya en contra del equilibrio fiscal y las cuentas públicas, que es nuestra columna vertebral, se va a vetar", señaló.
Durante el debate, la senadora Juliana Di Tullio, de Unión por la Patria (kirchnerismo), recordó que el presidente Milei llamó "degenerados fiscales" a los legisladores que apoyan la reparación económica para los jubilados. Le quiero decir al presidente que él es un degenerado social. Construyó un escenario con el 55,5 % de pobres y el 17,5 % de indigentes en ocho meses.
Además, remarcó que el mandatario "va a vetar 66.000 pesos" (unos 70 dólares) que va a recibir cada jubilado con esta ley.