La oleada de explosiones de dispositivos localizadores (buscapersonas o 'beepers') pertenecientes al grupo chiita Hezbolá, que estremeció este martes el Líbano, ha dejado al menos 11 muertos y unos 4.000 heridos.
El devastador atentado, del que Hezbolá y las autoridades libanesas culpan a Israel, ha vuelto a centrar la atención en estos dispositivos, cuya popularidad alcanzó su punto álgido en la década de 1990, antes de la aparición del teléfono móvil.
¿Qué son y por qué los utilizaba Hezbolá?
A diferencia de los teléfonos móviles, los buscapersonas funcionan con ondas de radio, lo que en pocas palabras significa que el operador puede enviar un mensaje por radiofrecuencia en lugar de Internet.
Aunque son mucho menos comunes que antaño, los buscapersonas se siguen utilizando en todo el mundo, sobre todo en muchas profesiones en las que se trabaja en zonas sin cobertura telefónica, como la sanidad, la minería, o los servicios de emergencia.
Al creer que podrían eludir la sofisticada tecnología de vigilancia israelí, los combatientes de Hezbolá han estado utilizando buscapersonas como medio de comunicación de baja tecnología, según declararon a Reuters a principios de este año dos fuentes familiarizadas con las operaciones de los militantes.
Dadas las numerosas bajas de cabecillas que ha sufrido el grupo libanés en los últimos meses del conflicto, los teléfonos móviles, de los que se puede rastrear la ubicación de un usuario, han sido prohibidos en el campo de batalla.
"Nos enfrentamos a una batalla en la que la información y la tecnología son partes esenciales", afirmó Qassem Kassir, analista libanés cercano a Hezbolá. "Pero cuando te enfrentas a ciertos avances tecnológicos, necesitas volver a los viejos métodos: los teléfonos, las comunicaciones en persona. Cualquier método que te permita sortear la tecnología", añadió.
¿Quién fabricó los buscas en poder de Hezbolá?
Los dispositivos fueron producidos por la compañía Gold Apollo, con sede en Taiwán. Reuters analizó imágenes de buscapersonas destruidos, en cuya parte posterior se observan pegatinas coincidentes con los fabricados por la firma. Además, una fuente de seguridad libanesa de alto rango dijo a la agencia que Hezbolá le había encargado 5.000 'beepers'.
No obstante, el fundador y presidente de Gold Apollo, Hsu Ching-Kuang, declaró a los medios que los buscapersonas utilizados en las explosiones no fueron fabricados por su empresa, sino por una compañía llamada BAC Consulting, establecida en Budapest, Hungría, que tiene licencia para usar su marca.
"El producto no era nuestro. Lo único que tenía era nuestra marca", explicó desde las oficinas de la empresa en Taipéi. "Solo proporcionamos autorización de marca registrada y no tenemos ninguna participación en el diseño o fabricación de este producto", agregó, en relación con el modelo AR-924.
¿Por qué explotaron?
Una de las versiones de los acontecimientos señala que las baterías de litio de los dispositivos explotaron probablemente debido al sobrecalentamiento.
No obstante, Edward Snowden, el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA) y de la CIA que desveló en el 2013 el programa de vigilancia masiva de Washington, indicó que si se tratara de baterías sobrecalentadas que explotan, "se esperarían muchos más pequeños incendios y fallos de encendido".
A su vez, Rich Outzen, investigador principal en el 'think tank' estadounidense Atlantic Council, indicó a Al Jazeera que las explosiones podrían haber sido provocadas por "la inserción de programas maliciosos a distancia". "No es imposible que hubiera algún código insertado que sobrecalentara las baterías sin la inserción de explosivos", sostuvo.
Otra versión sobre los hechos indica que Israel logró infiltrarse en la cadena de suministro del grupo chiita e instalar miniexplosivos dentro de los dispositivos de comunicación.
Así, Sky News Arabia reporta, citando a sus fuentes, que la agencia de inteligencia de Israel Mossad tuvo acceso a los dispositivos antes de que los buscapersonas fueran entregados a Hezbolá. Los informantes del medio indicaron que los agentes israelíes colocaron una sustancia explosiva conocida como Pent en los dispositivos de comunicación y luego, ya a distancia, aumentaron la temperatura de las baterías provocando las detonaciones.
Comentando lo sucedido, Snowden atribuyó a Israel las explosiones coordinadas de los buscapersonas. El exanalista sugirió que parece más probable que se trate de "explosivos implantados" y no de un "pirateo informático", ya que hay muchos afectados con "demasiadas heridas graves y consistentes".
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