El Gobierno federal de EE.UU. estaba investigando a los estadounidenses que han viajado a Ucrania para combatir, por temor a que algunos de ellos pudieran volverse violentos al regresar al país, recoge Politico.
Iniciativa interinstitucional
De acuerdo con cinco personas familiarizadas con el asunto, en 2022, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés) presentó una iniciativa interinstitucional para observar a los estadounidenses que han regresado al país de la zona del conflicto ucraniano para identificar a quienes eran propensos a volverse violentos a su regreso.
Según afirmaron las fuentes del medio, la idea fue impulsada por discusiones informales entre agencias sobre la manera en que cada departamento de seguridad podía ayudar a monitorear la afluencia de estadounidenses en Ucrania y garantizar que ninguno representara una amenaza cuando regresara a casa. Sin embargo, según John Cohen, un ex alto funcionario del DHS, es "enormemente desafiante" predecir quiénes de esas personas podrían poner en riesgo la seguridad pública.
"Comportamiento problemático"
Si bien las autoridades estadounidenses no rastreaban formalmente a sus ciudadanos ni tenían una lista actualizada de quienes se iban a Ucrania, examinaron a algunos de ellos que intentaron llevarse municiones, cuchillos o chalecos antibalas a Ucrania en aviones después de encontrarlos en los puertos de entrada. Por otro lado, recibieron información sobre ciertas personas que mostraban "comportamiento problemático" o cometieron crímenes mientras estaban allí.
"La preocupación no era simplemente que alguien se fuera allí y regresara con creencias ideológicas más extremas, sino que también regresara mejor entrenado y más capaz de usar explosivos y otras armas para llevar a cabo ataques altamente mortales", opinó Cohen.
Asimismo, agregó que los funcionarios del DHS comenzaron a trabajar en la identificación de los ciudadanos estadounidenses que viajaban a Ucrania con el fin de participar en combates, incluidos aquellos que estaban discutiendo la posibilidad de unirse a unidades militares o paramilitares del país.
No obstante, no hay indicios de que el FBI haya investigado el caso de Ryan Wesley Routh, el presunto autor del segundo intento de asesinato del expresidente de EE.UU. Donald Trump, del quien se sabía que había viajado a Ucrania, aunque no participó en combates ni recibió entrenamiento militar en el país. "Probablemente debería haber sido objeto, en función de su comportamiento, de algún tipo de evaluación de amenazas", comentó Cohen.