Senado mexicano aprueba el pase de la Guardia Nacional al Ejército

En adelante, el cuerpo de seguridad, que fue creado en 2019 por el presidente Andrés Manuel López Obrador, estará bajo mando castrense.

El Senado mexicano aprobó este miércoles la reforma constitucional del estatuto de la Guardia Nacional, que permitirá que ese cuerpo de seguridad, inicialmente concebido como una organización de índole cívico-militar, esté bajo la autoridad de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Tras una maratónica sesión de más de ocho horas, que arrancó el martes, la mayoría oficialista logró darle luz verde al proyecto, en lo general y en lo particular, con 86 votos a favor, 42 en contra y ninguna abstención. Ahora, la norma se remitirá a los Congresos locales para su ratificación.

La aprobación de esta reforma constituye uno de las últimas victorias legislativas para el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, cuya administración culminará el próximo 1 de octubre. Su sucesora, Claudia Sheinbaum, ha dado un espaldarazo al proyecto y ratificado que lo mantendrá durante su gestión.

El pasado 20 de septiembre, la Cámara de Diputados avaló la modificación con 362 votos a favor, 133 en contra y ninguna abstención, y se preveía su ratificación en la cámara alta.

La Guardia Nacional fue creada en 2019 por López Obrador, como un órgano conformado por más de 100.000 efectivos bajo el mando de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, aunque sujeto a dirección castrense hasta 2024. Posteriormente, ese lapso se amplió hasta 2028 y el cuerpo pasó a ocuparse de asuntos de seguridad interna, especialmente en operaciones contra el narcotráfico.

¿En qué consiste la reforma?

El cambio constitucional aprobado contempla la modificación de 12 artículos de la carta magna, lo que incluye la desaparición de la Policía Federal y la prohibición explícita de que sus antiguos miembros se incorporen a la Guardia Nacional, salvo en labores administrativas.

Asimismo, establece que el personal militar puede ser incorporado de manera inmediata la Guardia Nacional, y adjudica el manejo de su presupuesto, capacitación y operaciones a la Secretaría de Defensa Nacional. De igual modo instituye que, en caso de transgresiones a la ley en el ejercicio de sus funciones, los integrantes de la Guardia Nacional solo podrán ser juzgados por tribunales castrenses.

La semana pasada, López Obrador destacó que cinco años después de su creación, la Guardia Nacional ya cuenta con 130.000 elementos y cerca de 500 cuarteles en todo el país.

"Todos esos elementos han pasado por una formación, hay disciplina, han estado los integrantes de la Guardia Nacional bajo el mando de oficiales (…) no hemos tenido problemas de abuso de autoridad, de violaciones de derechos humanos, de masacres cometidas por la Guardia Nacional", aseguró.

También insistió en que la reforma era necesaria para evitar el riesgo de que a la Guardia Nacional le pase lo mismo que a la extinta Policía Federal, que al depender de las secretarías de Gobernación y Seguridad Pública, terminó debilitada y envuelta en un sistema plagado de corrupción.