El Mossad, el servicio de inteligencia israelí, estuvo más de dos años planeando la operación para hacer estallar dispositivos de comunicación utilizados por miembros del movimiento chiita libanés Hezbolá, informa The Washington Post citando sus fuentes. Sin embargo, empezó a introducir explosivos en estos aparatos mucho antes.
Según sus datos, la idea de detonar buscapersonas surgió en 2022, durante la relativa calma en la frontera entre Israel y Líbano y más de un año antes del atentado del movimiento palestino Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023. Años antes, en 2015, el Mossad comenzó a ingresar en el Líbano walkie-talkies con trampas explosivas, que se utilizaban para realizar escuchas telefónicas y podían detonarse si la situación se deterioraba.
Buscapersonas explosivos
La cadena de explosiones de buscapersonas en los suburbios de Beirut y otras partes del Líbano mataron a decenas de personas e hirieron a unos 3.000 miembros de Hezbolá y civiles el 17 de septiembre, según funcionarios israelíes, estadounidenses y de Oriente Próximo.
Aquel día, miles de 'beepers' mostraron simultáneamente una breve frase en árabe: "Ha recibido un mensaje cifrado", cuya lectura requería pulsar dos botones, tras lo cual explotaron. Menos de un minuto después, otros miles de buscapersonas fueron explosionados de manera remota, independientemente de que el usuario tocara su dispositivo.
Al día siguiente, el 18 de septiembre, cientos de walkie-talkies explotaron del mismo modo, matando y mutilando tanto a usuarios como a transeúntes. A continuación, Israel atacó de nuevo, bombardeando instalaciones del grupo chiita con el fin de asesinar a sus comandantes y personalidades claves.
Más detalles
Los funcionarios revelaron a WP que Hezbolá adquirió buscapersonas AR924 con baterías cargadas de explosivos y equipos de acceso remoto a través de un representante de la empresa taiwanesa Apollo en Oriente Próximo. Destacaron que la empresa no estaba implicada en la operación del Mossad, ya que la producción de los dispositivos se subcontrató y el representante de Apollo no sabía que los localizadores se ensamblaban realmente en Israel bajo la supervisión del Mossad.
Las fuentes del periódico también detallaron que la cantidad extremadamente pequeña de explosivo oculta en el paquete de baterías de los buscapersonas era casi imposible de detectar, aunque miembros de Hezbolá podrían haber intentado probar algunos de los dispositivos. Además, se ideó un procedimiento especial de dos pasos para leer los mensajes cifrados, que implicaba utilizar ambas manos simultáneamente para pulsar dos botones, con el fin de maximizar los daños.
El medio también apunta que las autoridades israelíes estuvieron largo tiempo discutiendo vehementemente sobre la necesidad de detonar los dispositivos de comunicación. Al mismo tiempo, la mayor parte de los dirigentes del país desconocían los preparativos de la operación hasta el 12 de septiembre, cuando el primer ministro Benjamin Netanyahu lo reveló en una reunión sobre posibles medidas contra Hezbolá. Estados Unidos, según las fuentes, no fue informado de la operación con antelación.