El presidente de Kenia, William Ruto, se comprometió este viernes a acelerar el envío de 600 nuevos policías a Haití, que se sumarán a los casi 400 que están en esa isla caribeña desde junio pasado, para enfrentar a las pandillas armadas que mantienen bajo asedio a la ciudadanía, para así tratar de restablecer la seguridad en ese país.
Kenia, que actúa como líder de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití, había anunciado en junio pasado que esa cantidad de oficiales estaban recibiendo entrenamiento para las labores en la isla. En ese sentido, Ruto reiteró el compromiso de su país de trabajar "por la estabilidad, la paz y la democracia" de los haitianos.
El anuncio fue realizado en Nairobi, capital keniana, en una rueda de prensa conjunta por la visita oficial del primer ministro de Haití, Garry Conille, quien busca alcanzar acuerdos de cooperación bilateral en materia de seguridad, desarrollo económico, social y estratégico, que tratará de lograr también con otros países de África, informó el gobierno haitiano en X.
Conille indicó que la misión es que los socios de Haití puedan ayudar a restablecer un clima de seguridad en su país, a través de proyectos que permitan la construcción "de la transición política", en particular, lograr finalmente la organización de las elecciones generales haitianas.
Entre tanto, Ruto informó que Kenia respaldará a Haití también con una agenda común de seguridad que implica "el refuerzo de equipos más adaptados", y la "salida acelerada de los 600 policías restantes del contingente keniano" en un sólo envío en lugar de dos como se había planeado.
El mandatario keniano también dijo que fortalecerá "la promoción de la nueva estrategia de seguridad integrada entre los socios tradicionales", vecinos y aliados "en África y Oriente Medio".
La próxima salida del nuevo contingente de policías kenianos, es anunciada a pocos días de que la organización criminal armada de Haití, conocida como 'Gran Grif', ejecutara una masacre producto de balacera en la comunidad de Pont-Sondé, que dejó al menos 70 muertos y 16 heridos a inicios de octubre.