La Comisión Europea ha exigido un cambio del rumbo político de Georgia para iniciar las negociaciones de adhesión del país a la Unión Europea, según el informe anual sobre los progresos de los países candidatos.
"Las autoridades de Georgia deberían aclarar sus intenciones [de entrar en la UE] cambiando el rumbo de su actuación. Se necesita un mayor apoyo político de todos los partidos en todas las instituciones estatales con poder de decisión para llevar a cabo las reformas relacionadas con la UE de forma más eficaz", reza el documento.
La Comisión también afirma que Tbilisi debe "sustituir los discursos contra la UE por una comunicación proactiva y objetiva sobre la UE y su apoyo al país".
Una retórica similar ha sido empleada por EE.UU., que ha amenazado al país caucásico con "consecuencias" si no cambia su rumbo. "Este año hemos instado sistemáticamente al Gobierno georgiano a que ponga fin a sus acciones antidemocráticas y vuelva a la senda euroatlántica", afirmó el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
Previamente, la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, quien aboga por un curso político prooccidental, se negó a reconocer los resultados oficiales de las elecciones legislativas ganadas con 53,93 % de los votos por el partido gobernante Sueño Georgiano, que promueve relaciones amistosas con Rusia.
Zurabishvili afirmó que los resultados de las elecciones fueron "completamente falsificadas" y "se utilizó la tecnología para encubrir el fraude". Asimismo, la mandataria llamó a los ciudadanos a salir a las calles este lunes, lo que provocó protestas en el centro de la capital. Sin embargo, la mandataria admitió más tarde que no disponía de pruebas de la injerencia rusa.