La presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, que aboga por un curso político prooccidental, ha afirmado este domingo que no reconoce los resultados oficiales de las elecciones legislativas, que tuvieron lugar el sábado en su país y en las que ganó el partido gobernante de Georgia, Sueño Georgiano.
Según su valoración, las elecciones del 26 de octubre fueron "completamente falsificadas". "Se utilizó la tecnología para encubrir el fraude. Algo así no había ocurrido nunca", dijo la mandataria, que tiene facultades limitadas ejerciendo funciones representativas.
Asimismo, la mandataria llamó a los ciudadanos a salir a las calles "mañana a las 19:00", hora local. "Nuestros antepasados no vivieron para esto. No lo toleraremos [...] debemos permanecer unidos y anunciar que no reconocemos estas elecciones", sostuvo.
Tras el recuento del 100 % de los colegios electorales, el partido gobernante de Georgia, Sueño Georgiano, que aboga por unas relaciones amistosas con Rusia, ganó este domingo las elecciones parlamentarias con un 53,92 %. Mientras, las fuerzas de oposición, que buscan la adhesión a la Unión Europea y comparten los valores occidentales, recibieron los siguientes porcentajes: Coalición para el Cambio recibió el 11,03 %; el Movimiento de Unidad Nacional, 10,16 %; Georgia Fuerte, 8,81 %.
La oposición, apoyada por la presidenta georgiana, critica al partido gobernante por mejorar las relaciones con Moscú, así como por aprobar una ley sobre agentes extranjeros y otra que prohíbe la propaganda LGBT*, que provocaron la suspensión 'de facto' de la inclusión de Georgia en la UE.
Anteriormente, el primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze, aseveró que el Gobierno del país será aprobado a pesar de las acciones de la oposición, que no tiene recursos para impedir el trabajo de la primera sesión del Parlamento de la nueva convocatoria. El Parlamento del país ha denunciado en varias ocasiones que las elecciones se realizan en medio de presiones por las intervenciones de Occidente en el proceso preelectoral.
"El plan de Washington"
Por su parte, el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR, por sus siglas en ruso), había comunicado ya en septiembre que EE.UU. pretende provocar protestas masivas en Georgia para impedir que gane el partido gobernante en los comicios legislativos y facilitar a la oposición la tomar del poder.
"El plan de Washington es obvio y ya no sorprende: dar una excusa a la oposición georgiana prooccidental para lanzar protestas masivas con el objetivo de tomar el poder en el país por la fuerza", señaló el SVR, denunciando que la Casa Blanca considera inaceptable el escenario en el que el partido gobernante obtenga popularidad y gane las elecciones.
*El movimiento internacional LGBT está calificado como organización extremista en el territorio de Rusia y prohibido en el país.