Rusia: La campaña de Maia Sandu fue "la más antidemocrática" en la historia de Moldavia

Desde Moscú denunciaron una "flagrante injerencia de los países occidentales en el proceso electoral" de Moldavia, así como la "discriminación" a los votantes residentes en Rusia.

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, comentó los resultados de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales moldavas, que terminaron con la reelección de Maia Sandu, y denunció que la campaña electoral de la política fue "la más antidemocrática" de todos los años de independencia del país postsoviético.

"El 3 de noviembre se celebró en Moldavia la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Según los datos preliminares de la Comisión Electoral Central de Moldavia, la jefa de Estado en funciones, Maia Sandu, ganó con el 55,33 % de los votos. No sería exagerado decir que ha sido la campaña electoral más antidemocrática de todos los años de independencia de Moldavia", escribió la vocera en un comunicado.

"Se caracterizó por una represión sin precedentes de la oposición y los medios de comunicación independientes, especialmente los de habla rusa, una flagrante injerencia de los países occidentales en el proceso electoral y un uso a gran escala de recursos administrativos por parte de las autoridades", agregó. La diplomática también criticó la "discriminación" a los votantes moldavos residentes en Rusia.

"Para la diáspora moldava en nuestro país, cuyo número, según diversas estimaciones, asciende a 500.000 personas, solo se abrieron dos colegios electorales, como en la primera vuelta. A modo de comparación: en Europa Occidental y Norteamérica, donde también viven unos 500.000 moldavos, se crearon más de 200 colegios electorales", señaló.

"Rumbo destructivo" de autoridades moldavas

Zajárova afirmó que la victoria de Sandu estuvo garantizada por los votos de la diáspora moldava residente en países occidentales, "mientras que la mayoría de los propios moldavos, de hecho, aprobaron un voto de censura contra la presidenta en funciones y el rumbo destructivo de las autoridades". También calificó de "flagrante falta de respeto a las normas internacionales" denegar la entrada a Moldavia a tres observadores rusos, a pesar de estar acreditados por la Comisión Electoral Central moldava.

"Los resultados de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales confirmaron la existencia de una profunda división en la sociedad moldava [...] Esta polarización fue provocada por la política miope de los dirigentes del país y la flagrante injerencia de los países occidentales en sus procesos políticos internos", denunció la alta funcionaria.

"A pesar de la deplorable situación de la democracia moldava, esperamos que los dirigentes de la república, que siguen en el poder, no ahonden en la división de la sociedad ni sean guiadas por los acreedores occidentales" y respeten los intereses de la mayoría de sus ciudadanos, que "se oponen al desmantelamiento de la identidad nacional moldava" y son partidarios de preservar los lazos seculares con Rusia, concluyó la portavoz.