Tras meses de tensiones internas y discrepancias sobre la deuda, el presupuesto y el rumbo económico a seguir, el tripartito 'semáforo' que gobernaba Alemania desde 2021 ha colapsado. El canciller Olaf Scholz destituyó al su ministro de Finanzas, Christian Lindner, y poco después el Partido Democrático Libre (FDP, por sus siglas en alemán), presidido por Lindner, retiró a todos sus ministros del Gobierno federal.
¿Qué va a pasar ahora?
Scholz ha programado el voto de confianza en el Bundestag, el Parlamento federal, para el próximo 15 de enero para que los diputados alemanes decidan si quieren despejar el camino para unas elecciones anticipadas. De votar a favor, los comicios podrían celebrarse a más tardar a finales de marzo. De lo contrario, habrá que esperar hasta las elecciones generales programadas para el 25 de septiembre de 2025.
¿Quién gobernará Alemania entretanto?
Hasta la próxima llamada a las urnas, Scholz liderará un gobierno minoritario, con socialdemócratas (SPD) y Los Verdes. La Constitución no lo obliga a nombrar nuevos ministros de Justicia, de Transporte, y de Educación para sustituir a los del FDP que se fueron junto con Lindner, pero sí a reemplazar al ministro de Finanzas.
Entre posibles candidaturas está su asesor Wolfgang Schmidt y Robert Habeck, quien actualmente desempeña las funciones del vicecanciller y ministro de Economía y Protección Climática, cargos que podría compaginar con el de ministro de Finanzas.
Bajo la legislación alemana, diseñada para evitar un caos político, el canciller controla en gran medida el rumbo de los acontecimientos, y la oposición solo puede destituirlo si consigue un respaldo mayoritario para un candidato concreto que aspire a convertirse en un canciller alternativo. Tarea que supondría un reto, dada la composición parlamentaria actual.
No obstante, sin una mayoría parlamentaria Scholz necesitará los votos de los miembros de otros partidos para impulsar sus propias iniciativas. En ese sentido, ya adelantó que pedirá al líder de la oposición conservadora, Friedrich Merz, que apoye su propuesta presupuestaria, que busca aprobar con urgencia para mantener a flote la economía hasta las próximas elecciones.
¿Cuál fue el problema de Scholz con Lindner?
La decisión de destituir al ministro de Finanzas se debió a fuertes discrepancias en la visión económica. Ambos se enfrentaron públicamente este verano, cuando se trató de la cuestión de cómo tapar los agujeros presupuestarios de miles de millones de dólares y hasta qué punto el presupuesto puede equilibrarse mediante una mayor deuda.
Scholz culpó a Lindner de estar preocupado por su propia clientela y la supervivencia de su partido a corto plazo mientras las empresas estatales necesitan apoyo. El canciller también quería suspender el freno de la deuda, el límite constitucional al endeudamiento para afrontar la crisis presupuestaria, exigencia que el FDP rechazó.
Asimismo, Scholz acusó a Lindner de bloquear las propuestas de manera inapropiada y de quebrar su confianza, imposibilitando la continuación de la colaboración. Argumentó que el líder del FDP andaba "con rodeos cuando las cosas se ponen difíciles" y se negaba a "comprometerse con el interés de todos los ciudadanos".
Las acusaciones fueron mutuas. Lindner responsabilizó al mandatario de tumbar la alianza y provocar una "ruptura calculada" del Gobierno 'semáforo', subrayando que dar luz verde a la suspensión del freno de la deuda constituiría una violación de su juramento al cargo de ministro de Finanzas.
"Hace tiempo que Olaf Scholz no reconoce la necesidad de un nuevo despertar económico en nuestro país. Durante mucho tiempo ha minimizado las preocupaciones económicas de los ciudadanos", expresó, calificando las propuestas del canciller como "débiles". "No contribuyen a superar la debilidad fundamental del crecimiento de nuestro país para que podamos mantener nuestra prosperidad, nuestra seguridad social y nuestra responsabilidad ecológica", resumió.