'El Emperador' del fútbol escribe una desgarradora carta sobre su vida en las favelas de Brasil
La exestrella del fútbol brasileño Adriano Leite Ribeiro escribió una extensa y desgarradora carta publicada en The Players' Tribune, donde ofrece detalles de su vida actual dentro de la favela Vila Cruzeiro, una populosa y peligrosa barriada ubicada en la zona norte de Río de Janeiro.
En el texto, titulado por el exdelantero de la selección brasileña 'Una carta a mi Favela', Adriano habla sobre su adicción al alcohol, de su "deuda" al no convertirse en una leyenda del fútbol mundial, de cómo le afectó la muerte de su padre y de que, incluso, pudo involucrarse en el crimen que empaña a su comunidad, pero no lo hizo.
"No me drogo, como intentan demostrar. No estoy metido en el crimen, pero, por supuesto, podría haberlo hecho. No me gusta salir de fiesta. Siempre voy al mismo lugar de mi barrio, el kiosko de Naná. Si quieres conocerme, pásate", dice una parte del texto publicado pocos días después de que se hicieran virales unas fotografías de Adriano presuntamente alcoholizado en su favela.
Hoje tu vai entender porque a Vila Cruzeiro é o meu lugar especial no mundo. Sem folclore ou manchete mentirosa de jornal. A real. À vera.Vem comigo que eu vou te mostrar. @PlayersTribune@TPTBrasil@TPTFootballhttps://t.co/9Zrz2iFTa3
— Adriano Imperador (@A10imperador) November 12, 2024
En otra parte de la misiva, el exfutbolista habla abiertamente de su problema con el alcohol. "Bebo cada 2 días, sí. (Y los otros días, también.) ¿Cómo llega una persona como yo al punto de beber casi todos los días? No me gusta dar explicaciones a los demás. Pero aquí va una. Bebo porque no es fácil ser una promesa que sigue en deuda. Y a mi edad, la cosa empeora".
Adriano también confiesa lo duro que ha sido para él haber quedado como una promesa del fútbol que se vino a menos y no cumplió sus sueños. "¿Sabes lo que se siente al ser una promesa? Lo sé. Incluso una promesa incumplida. El mayor desperdicio del fútbol: yo. Me gusta esa palabra, 'desperdicio'. No solo por cómo suena, sino porque estoy obsesionado con desperdiciar mi vida. Estoy bien así, en un desperdicio frenético. Disfruto de este estigma".
El destacado jugador brasileño, a quien también se le conoce como 'El Emperador', relató detalles de su niñez, de su amor por Vila Cruzeiro, de la primera vez que su padre lo vio tomando alcohol y le reclamó por ello, y de cómo le afectó la falta de su familia y amigos mientras jugó en Italia para equipos como el Inter, la Fiorentina, la Roma, y el Parma.
Muerte de su padre
Uno de los capítulos más traumáticos en la vida de Adriano fue la muerte de Mirinho, su padre. "La muerte de mi padre cambió mi vida para siempre. Hasta el día de hoy, es un problema que todavía no he podido resolver. Toda la mierda empezó aquí, en la comunidad que tanto me importa [...] Maldita sea, a mi padre le dispararon en la cabeza en una fiesta en Cruzeiro. Una bala perdida".
Ese accidente, aunque no mató a su padre, lo dejó afectado hasta su muerte. "Él no tuvo nada que ver con el desastre. La bala entró por la frente y se alojó en la nuca. Los médicos no tenían forma de sacarla. Después de eso, la vida de mi familia nunca fue la misma". Mirinho falleció en 2004 dentro de su apartamento, cuando tenía 45 años.
"Mi padre empezó a tener convulsiones frecuentes. ¿Alguna vez has visto a una persona sufriendo una convulsión epiléptica frente a ti? No quieres verlo, hermano. Da miedo. Yo tenía 10 años cuando dispararon a mi padre. Crecí viviendo con sus crisis. Mirinho nunca más pudo trabajar. La responsabilidad de llevar la casa recaía enteramente sobre mi madre", recordó Adriano.
"Necesitaba la libertad"
Adriano también confesó el momento en el que decidió escapar de Italia e internarse en la favela. "Cuando 'escapé' del Inter y salí de Italia, vine a esconderme aquí. Recorrí todo el complejo durante tres días. Nadie me encontró. No hay manera. Regla número uno de la favela: mantén la boca cerrada. ¿Crees que alguien me delataría? Aquí no hay ratas, hermano".
"La prensa italiana se volvió loca. La Policía de Río incluso llevó a cabo una operación para 'rescatarme'. Dijeron que me habían secuestrado. Estás bromeando, ¿verdad? Imagínate que alguien me va a hacer daño aquí… a mí, un niño de la favela", agregó el exfutbolista.
Para Adriano todo aquello ocurrió porque "necesitaba la libertad". "Ya no podía soportarlo más, tener que estar siempre atento a las cámaras cada vez que salía en Italia, a quienquiera que se me cruzara en el camino, ya fuera un periodista, un estafador, un timador o cualquier otro hijo de puta. En mi comunidad, no tenemos eso. Cuando estoy aquí, nadie de afuera sabe lo que estoy haciendo".
Adriano afirma que en Italia no entendían por qué iba a la favela. "No era por la bebida, ni por las mujeres, mucho menos por las drogas. Fue por la libertad. Fue porque quería paz. Quería vivir. Quería ser humano de nuevo. Solo un poquito. Esa es la maldita verdad. ¿Y qué?".
A pesar de ello, él intentó cumplir con lo que le exigían en Italia y los directivos de sus equipos. "Negocié con Roberto Mancini. Me esforcé mucho con José Mourinho. Lloré en el hombro de Moratti. Pero no pude hacer lo que me pidieron. Me mantuve bien durante unas semanas, evité el alcohol, entrené como un caballo, pero siempre había una recaída. Una y otra vez. Todos me criticaban. No podía soportarlo más".
Ahora, Adriano afirma que lo único que busca en Vila Cruzeiro es paz. "Aquí camino descalzo y sin camiseta, solo con pantalones cortos. Juego al dominó, me siento en la acera, recuerdo mis historias de infancia, escucho música, bailo con mis amigos y duermo en el suelo. Veo a mi padre en cada uno de estos callejones. ¿Qué más quiero? [...] solo quiero estar en paz y recordar mi esencia. Por eso sigo volviendo aquí. Aquí soy verdaderamente respetado. Aquí está mi historia. Aquí aprendí lo que es la comunidad. Vila Cruzeiro no es el mejor lugar del mundo. Vila Cruzeiro es mi lugar".
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