El enfoque que aplican los diplomáticos ucranianos en EE.UU. para conseguir que continúe el apoyo a los intereses de Kiev tras el cambio de inquilino en la Casa Blanca debería cambiar, ya que Donald Trump prometió durante su campaña electoral poner fin al conflicto en Ucrania y lograr la paz, recoge Politico las declaraciones de un cabildero de Ucrania en Washington.
De momento, el discurso que usan los representantes del líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, en el suelo estadounidense trata de la 'victoria', pero centrarse en ello "es un error", señala el medio. "Ese mensaje no va a resonar en el 'mundo de Trump'. Si usan la palabra 'victoria' en lugar de 'paz', crean la percepción de que no son realistas, lo cual es peligroso", asevera una fuente que habló con el medio bajo la condición de anonimato.
"Necesitan usar el lenguaje de Trump", resalta.
Intentos de llegar "al corazón de EE.UU."
En este sentido, Politico indica que los diplomáticos ucranianos han visitado varios estados en EE.UU. con el fin de "ganarse los corazones y las mentes del público estadounidense y, por lo tanto, tal vez a sus representantes en el Congreso". Estos viajes han sido organizados por la fundación The German Marshall Fund, que aboga por "la importancia del liderazgo estadounidense en todo el mundo", y financiados por la Fundación Howard G. Buffett.
En el marco de este proyecto, los funcionarios ucranianos viajaron a Oklahoma, Colorado, Míchigan, Misuri, Minnesota, Ohio, Iowa y Kentucky. En este último estado, la primera secretaria de la Embajada de Ucrania en EE.UU., Katerina Smagli, este 14 de noviembre habló de la prioridad de la 'victoria' de Kiev no solo con un grupo comunitario en Louisville, sino hasta con estudiantes de secundaria.
Kentucky, junto con otros estados que visitaron los diplomáticos ucranianos, en las presidenciales votó de manera aplastante por Trump. Así que los resultados de la "reorientación" que tratan inculcar los representantes de Kiev pueden llegar muy lentamente, opina el cabildero.
"Ir al corazón del país con el tiempo comienza a marcar una diferencia, pero todavía no", observa en el artículo. "Con Trump de vuelta en la Casa Blanca, se trata únicamente de Trump y de lo que dice. Trump chasquea los dedos y consigue que 195 o más republicanos voten a favor", concluye.