Georgia vive una nueva jornada de grandes protestas provocadas por la decisión del Gobierno de congelar hasta 2028 las negociaciones de adhesión a la UE.
Una multitud de manifestantes volvió a reunirse este domingo cerca de la sede del Parlamento del país, ubicada en la capital, Tbilisi.
En previsión de que se repitan los enfrentamientos violentos que tuvieron lugar en días pasados, en el centro de la ciudad se desplegaron cañones de aguas y fuerzas del orden adicionales, según se observa en videos desde la zona.
Se reporta que los participantes en la protesta lanzaron petardos a la Policía, mientras las fuerzas de orden emplearon cañones de agua desde el edificio del Parlamento para hacer retroceder a los manifestantes.
Aparte de Tbilisi, también se registran protestas en ciudades como Batumi, Kutaisi, Poti o Zugdidi, reportan medios locales.
Presidenta: La protesta no viola la Constitución
En paralelo, la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, declaró en un discurso de emergencia que las protestas se llevan a cabo de conformidad con la Constitución del país. De acuerdo con sus palabras, las manifestaciones deben llevarse a cabo sin interferencia de los partidos políticos.
"Esta protesta y todas las demás acciones se mantienen dentro del marco de la Constitución. En general, nosotros, la sociedad, con nuestras iniciativas cívicas, esta protesta callejera y todas nuestras acciones estamos del lado de la Constitución. Estamos defendiendo la Constitución y el futuro de este país", dijo.
Además, la jefa de Estado instó a "ejercer influencia sobre el Tribunal Constitucional" para que inicie una investigación sobre su denuncia de la supuesta ilegitimidad de las pasadas elecciones parlamentarias.
Previamente, Zurabishvili calificó de "ilegítimo" el Gobierno del país y anunció que no renunciará a su cargo pese a que su mandato expira en diciembre. La jefa de Estado declaró que no reconoce la legitimidad del Parlamento recién formado y planea permanecer en el cargo hasta nuevas elecciones.