El empresario y oligarca ucraniano Ígor Kolomóiski acusó a la Oficina del líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, de utilizar a los militares para nacionalizar y apoderarse ilegalmente de las acciones de las empresas productoras de petróleo y gas.
Kolomóiski, accionista de las empresas Ukrnafta y Ukrtatnafta que fueron nacionalizadas en 2022, indicó las razones de tal decisión en una reciente entrevista concedida a la agencia Unian, señalando que no tienen nada que ver con la ley y las calificó de "saqueo en condiciones de guerra". "Los militares fueron utilizados simplemente por el deseo del [entonces] presidente [Zelenski] de apoderarse ilegalmente de las acciones y el control de Ukrnafta y Ukrtatnafta", denunció.
"El mando militar no tenía motivos ni funciones necesarias y no estaba interesado en enajenar las acciones de Ukrnafta ni en controlarla, sino que actuó en beneficio de otros interesados que simplemente utilizaron la ley marcial y su régimen especial para privar ilegalmente a los accionistas de Ukrnafta y Ukrtatnafta de sus derechos de propiedad sobre sus acciones", manifestó el empresario. Incluso afirmó que Zelenski, en uno de sus discursos, dejó escapar los verdaderos motivos de lo sucedido, admitiendo que en ese caso las autoridades habían intentado "llevar a cabo una nacionalización ilegal bajo el pretexto de las necesidades militares y la ley marcial".
Asimismo, el empresario subrayó que después de que fuera privado de sus derechos sobre las dos compañías en noviembre de 2022, el entonces jefe adjunto del Gabinete de Zelenski, Rostislav Shurma, le "mintió descaradamente" diciendo que eso se debió a "la negativa de Ukrnafta a suministrar combustible al Ejército ucraniano". "Ni Shurma ni el Ministerio de Defensa [de Ucrania] presentaron ningún documento en el curso del proceso judicial sobre las demandas de los accionistas. Ni uno solo, porque no hubo hechos de tales negativas", recalcó Kolomóiski. "Me metieron en la cárcel para limitar mi capacidad de recuperar Ukrnafta", denunció.
- En septiembre de 2023, el multimillonario fue acusado de diversos delitos financieros y se le ofreció libertad bajo fianza, pero la rechazó y recurrió el veredicto del tribunal. Además, le imputaron el intento de apropiarse de 9.200 millones de grivnas (más de 220 millones de dólares al cambio actual) del prestamista ucraniano Privatbank, con el objetivo de aumentar su participación en el capital autorizado del banco y financiar una sociedad 'offshore' controlada.