Lo que revela una expedición sobre un pueblo indígena no contactado
Brasil reconoce la existencia de 114 pueblos aislados en la Amazonía, de los cuales 29 requieren protección inmediata. Durante cinco meses, el diario brasileño O Globo y el británico The Guardian llevaron a cabo una investigación sobre los territorios habitados por estos pueblos, como los kawahiva de Río Pardo, en Mato Grosso.
La investigación confirmó la eficacia de la política de no contacto adoptada por la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai), encargada de implementar medidas de protección para las comunidades originarias.
Sin embargo, también reveló que los agentes de la Funai enfrentan tensiones diarias debido a un modelo de desarrollo económico que prioriza la deforestación, los incendios y el deterioro de su fauna y biodiversidad.
El pueblo aislado kawahiva de Río Pardo, que lucha por su supervivencia, está protegido por Jair Candor, un sertanista que en 1999 descubrió sus rastros y ha dedicado su vida a garantizar su protección.
Tierras indígena protegidas
La Constitución brasileña de 1988 exige que los territorios habitados por pueblos aislados sean declarados tierras indígenas protegidas pero, tras 25 años, la demarcación oficial del territorio kawahiva no ha ocurrido.
En una reciente expedición liderada por Candor —junto con observadores internacionales, representantes de la Funai y varios expertos— se encontraron de nuevo evidencias de la presencia de los kawahiva. "Esto significa que se sienten seguros. Están creciendo", declaró Candor al encontrar la huella de un niño y varias herramientas.
Candor, de 64 años, se aproxima a su jubilación y, aunque celebró el aumento de la población de los kawahiva de 20 individuos en 1999 a cerca de 40 en la actualidad, tampoco ocultó su frustración ante la demora en la demarcación. "Todo lo que puedo hacer es desearles cosas buenas", reflexionó.
Por su parte, la antropóloga Janete Carvalho, directora de la Funai y responsable de las demarcaciones, afirmó que la fundación no cede a las presiones del 'lobby' agrícola y trabaja para garantizar que el área sea oficialmente demarcada en 2025.
Los expertos advierten que la protección de los kawahiva no solo es crucial para su supervivencia, sino para la preservación de uno de los ecosistemas más importantes del planeta.
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