Segundo invierno en Gaza: espeluznantes historias de niños que mueren de frío y luchan por vivir

Al menos 1,9 millones de gazatíes han sido desplazados, lo que supone aproximadamente el 90 % de la población del enclave palestino.

La Franja de Gaza está viviendo su segundo invierno desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás, el 7 de octubre de 2023. Las condiciones en las que viven los gazatíes desplazados de sus hogares empeoran con cada ataque lanzado contra el enclave palestino, que a menudo impacta en escuelas y hospitales, donde los habitantes experimentan qué significa vivir en la primera línea de la guerra. 

Las historias de familias que pierden a sus allegados son una prueba de lo que está pasando en Gaza, y una de ellas es la de la familia de Yahya al Batran, que vive en una tienda de campaña improvisada en un campamento en el centro del enclave con su esposa Noura y sus niños.

Uno de sus hijos, Jumaa, nacido apenas hace un mes, murió de hipotermia, según transmite Reuters su historia, y es uno de los seis palestinos que fallecieron por la exposición al frío en los últimos días en Gaza. Otro niño de la familia Al Batran, Ali, se encuentra en estado crítico en cuidados intensivos. 

"[Noura] dijo que estaba tratando de despertar a Jumaa, pero no se despertaba. Le pregunté por Ali y me dijo que tampoco se despertaba", recordó Yahya aquel día. "Levanté a Jumaa, estaba blanco y helado como la nieve, como el hielo, congelado", contó. 

Los Al Batran provienen de la ciudad norteña de Beit Lahiya; sin embargo, cuando inició el conflicto, decidieron huir a la zona de Al Maghazi, en el centro de Gaza, donde se encuentra el campamento de refugiados homónimo.

Aunque se sitúa en un área definida por las propias autoridades israelíes como zona humanitaria, fue y sigue siendo blanco de varios ataques por parte del Ejército del Estado hebreo. Así, a finales de diciembre, nueve personas, entre ellas tres niños, murieron tras bombardeos israelíes contra este refugio para desplazados, mientras que varios heridos quedaron enterrados bajo los escombros. 

Frío, hambre y desesperanza

En consecuencia, cuando la situación en Al Maghazi se volvió más severa e insegura, se trasladaron a otro campamento, ubicado en la ciudad de Deir al Balah, también en el centro de Gaza. 

Noura, al preguntarse por qué todas estas atrocidades están pasando, responde que, si bien los adultos pueden intentar soportarlo, los niños y jóvenes no han hecho nada para merecerlo. "¿Pero qué ha hecho un joven para merecerlo? [Jumaa] no pudo aguantarlo, no pudo soportar el frío o el hambre y esta desesperanza", lamentó, abrazando a su hijo.

Las personas desplazadas viven en tiendas de campaña, muchas de las cuales están casi hechas polvo tras meses de uso, pues se ven afectadas por fuertes vientos y lluvias y, aunque intentan cubrirles los agujeros con láminas de plástico, su estado no cambia mucho.