El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) ha expresado su "grave preocupación" por las "provocaciones políticas y militares" de EE.UU. y sus socios, que suman "nuevos factores de inestabilidad a las tensiones extremadamente agudas en la península de Corea".
Mediante un comunicado citado por KCNA, Pionyang denunció que aviones de reconocimiento de la Fuerza Aérea de EE.UU. realizaron actividades de "espionaje aéreo" sobre zonas "estratégicas" de la RPDC, sobrevolando la península varias veces los días 6 y 9 de enero.
Además, la Cancillería dijo que EE.UU. y Corea del Sur celebraron el 10 de enero la cuarta reunión del Grupo Consultivo Nuclear (NCG, por sus siglas en inglés), formado en 2023, con fin de aumentar visiblemente "los ejercicios de guerra nuclear y el despliegue de las propiedades estratégicas estadounidenses" en la región.
Otro "grave desafío a la seguridad de la RPDC", según el Ministerio, se registró el 15 de enero, cuando bombarderos estratégicos B-1B estadounidenses "fueron desplegados en alta mar cerca de la península de Corea" en el marco de un ejercicio aéreo conjunto de Washington, Seúl y Tokio. Además, el mismo día las fuerzas estadounidenses y surcoreanas realizaron su "primer entrenamiento aéreo con fuego real este año".
En este contexto, sostuvieron que EE.UU. es "el principal culpable de la inestabilidad" en la zona. Pionyang goza de "un abrumador poder de disuasión de guerra" y ejercerá "su derecho a la legítima autodefensa" en respuesta a las amenazas militares de países hostiles y para mantener la paz y la estabilidad regionales.
- El Comando del Indo-Pacífico de EE.UU. (USINDOPACOM, por sus siglas en inglés) informó que en el ejercicio aéreo trilateral este 15 de enero participaron dos aviones de combate F-2 de la Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón, dos cazas F-15K de la Fuerza Aérea de Corea del Sur y dos bombarderos estratégicos B-1B Lancer de la Fuerza Aérea de EE.UU.