
Un antepasado de los automóviles se encontró hace 22.000 años en este país

Un grupo de arqueólogos y científicos encontraron recientemente rastros lineales vinculados a huellas humanas y la investigación asociada a este descubrimiento concluyó que se trataría de "la evidencia más antigua conocida" sobre "tecnología de transporte vehicular".
El estudio, publicado por el portal Science Direct, determinó que las características del hallazgo arqueológico —independientemente de su antigüedad—, demuestran que las huellas y los rastros lineales responden a "prácticas indígenas tradicionales antiguas, impulsadas por la necesidad humana universal de transportar posesiones y recursos".
Los trazos investigados fueron descubiertos y documentados en el Parque Nacional White Sands, en el estado de Nuevo México, EE.UU. y, según el informe, datan de hace unos 22.000 años, "en el apogeo del Último Máximo Glacial; por lo tanto, las características lineales en estas superficies proporcionarían la evidencia más antigua conocida de transporte vehicular".

"Si bien algunos de los rastros más simples pueden formarse por el movimiento de leña o simplemente por el arrastre ocioso de lanzas o postes de tiendas, sugerimos que aquellos que implican el movimiento de dos surcos paralelos probablemente sean producidos por un travois improvisado arrastrado por personas", dice parte de la investigación.
Los travois eran una estructura creada por los pueblos indígenas, principalmente los americanos de las llanuras de Norteamérica, que se hacían con palos cruzados y tenían forma de marco. Con ese mecanismo, las personas se ayudaban a transportar cargas pesadas que se sujetaban a la estructura, mientras uno de sus extremos se arrastraba sobre el suelo.

"Revisamos una gama de posibles interpretaciones que incluyen explicaciones tanto humanas como no humanas y concluimos que la explicación más parsimoniosa es que representan marcas de arrastre formadas por travois que consisten en un solo palo o palos cruzados tirados por humanos, presumiblemente durante el transporte de recursos. Como tal, este registro único de huellas puede representar una de las primeras piezas de evidencia para el uso de la tecnología de transporte", añade la investigación.
El estudio detalla que las características lineales asociadas con las huellas humanas preservadas fueron halladas "en sedimentos de grano fino", ubicados en la Cuenca de Tularosa. Además, agrega que aunque existe la posibilidad del uso humano de travois, algunos de los rastros observados también podrían estar relacionados con el transporte de leña que hacían las personas.