
'Efecto bola de nieve': ¿Qué se sabe del acceso accidental de un periodista a un chat militar de EE.UU.?

El escándalo por la filtración de un chat secreto en el que funcionarios del Gobierno de EE.UU. discutieron ataques contra los los hutíes de Yemen, después de que el editor en jefe de la revista The Atlantic fuera añadido al grupo accidentalmente, sigue creciendo después de que el secretario de Defensa del país, Pete Hegseth, negara la existencia de dicha conversación.
¿Qué sucedió?
Este lunes, el redactor en jefe de la revista The Atlantic, Jeffrey Goldberg, reveló en una publicación del medio sobre qué hablaron funcionarios clave del Gobierno de EE.UU., después de ser agregado los días 11 y 13 de marzo a dos chats cerrados, centrados en una futura operación contra los hutíes de Yemen.
Según Goldberg, recibió la solicitud de conexión en Signal por parte de un usuario identificado como Michael Watlz, y la aceptó "con la esperanza de que fuera el verdadero asesor de Seguridad Nacional y que quisiera hablar sobre Ucrania, Irán o algún otro asunto importante". En el grupo estaban presentes 18 funcionarios estadounidenses, incluidos Waltz, el vicepresidente James D. Vance, el secretario de Defensa Pete Hegseth, y el secretario de Estado Marco Rubio.
Asimismo, Goldberg aseguró que en la conversación se compartieron detalles operativos sobre los próximos ataques contra Yemen, incluida información sobre objetivos, armas que Estados Unidos desplegaría para llevarlos a cabo, así como la secuencia de los ataques.

"Periodista engañoso"
Respondiendo a la pregunta de un periodista sobre si sabe algo de esta filtración, Trump dijo no estar familiarizado con el asunto y criticó a la revista de Goldberg. "No sé nada al respecto. No soy un gran fan de The Atlantic. Para mí es una revista que va a desaparecer […], pero no sé nada de ella".
Por su parte, Hegseth negó la existencia de dicha conversación, si bien no del chat, asegurando que nadie enviaba mensajes de texto con planes para lanzar una operación contra los hutíes. "Usted está hablando de un supuesto periodista engañoso y muy desacreditado que ha hecho de la divulgación de bulos su profesión", respondió a una pregunta sobre lo sucedido.
Sin embargo, el portavoz del Consejo de seguridad Nacional de EE.UU., Brian Hughes, confirmó la veracidad del chat, agregando que actualmente se está revisando cómo se añadió accidentalmente un número al grupo.
Mientras, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó la existencia del chat, subrayando que no se discutieron planes de guerra en él, y que "no se envió material clasificado". Asimismo, aseguró que Trump "sigue confiando en su equipo de seguridad nacional, Mike Waltz incluido".

"Ni siquiera se fijaron en quién estaba agregado"
Posteriormente, Golberg salió al paso de las declaraciones del secretario de Defensa, insistiendo en que los altos miembros del Gabinete de Trump estaban enviando información altamente sensible sobre los ataques militares estadounidenses en Yemen.
"Él [Hegseth] estaba chateando sobre planes de guerra. Estaba chateando sobre los planes de ataque: cuándo se iban atacar los objetivos, cómo se iban a atacar, quién estaba en los objetivos, cuándo se iba a producir la siguiente secuencia", reiteró el periodista en una entrevista con CNN.
Además, Goldberg aseguró que no incluyó en su artículo los planes concretos, ya que le parecía algo "demasiado confidencial, demasiado técnico", y que revelar la información al público podría poner en peligro al personal militar estadounidense. En este sentido, subrayó como de interés público que los funcionarios estuvieran "ejecutando un plan de guerra a través de una aplicación de mensajería", sin fijarse siquiera en "quién estaba agregado en la conversación".
Finalmente, relató que una vez se percató de que el chat era real, decidió salir del grupo y empezó a escribir un artículo con el objetivo de "exponer la brecha de seguridad".
Por otra parte, en una entrevista con MSNBC, aseguró que en el chat se discutieron detalles precisos como la secuencia de los ataques. "Él [Hegseth] puede decir que no se trataba de un plan de guerra, pero era una descripción minuto a minuto de lo que estaba a punto de ocurrir, organizada por el Comando Central, que es el grupo de supervisión militar en Oriente próximo", insistió.
"Michael Waltz es un buen hombre"
Según una publicación de Politico, en la que se citan fuentes cercanas al asunto, el escándalo desencadenó una "furiosa" discusión en la Casa Blanca sobre si Waltz podría ser expulsado de su puesto. En este sentido, uno de los informantes indicó que el destino del alto cargo depende en gran medida de la opinión personal de Trump sobre el asunto, quien, según funcionarios de la Casa Blanca, tomará una decisión en los próximos uno o dos días.
En este sentido, dichos funcionarios de la Administración Trump aseguraron a The Wall Street Journal que, aunque el mandatario se encuentra "frustrado por el episodio y está dirigiendo su ira contra Waltz", aún no está claro si lo destituirá o no.
Posteriormente, en una entrevista telefónica con NBC News, Trump expresó su apoyo al asesor de Seguridad Nacional. "Michael Waltz ha aprendido la lección y es un buen hombre", afirmó.
En este sentido, el mandatario reafirmó su confianza en su equipo y dijo no sentirse frustrado por los acontecimientos, añadiendo que la presencia de Goldberg en el chat no tuvo "ningún impacto" en la operación militar. "Fue el único fallo en dos meses, y resultó no ser grave", aseveró.
Cuestiones de seguridad
Durante las declaraciones de los jefes de los servicios de inteligencia ante el Senado, el senador demócrata y vicepresidente del Comité de Inteligencia, Mark Warner, denunció este martes la filtración de una información "altamente sensible y probablemente clasificada" que podría incluir datos sobre "paquetes de armas, objetivos y plazos y que incluía el nombre de un agente activo de la CIA".
"La información clasificada nunca debe discutirse a través de un sistema no clasificado", expresó Warner, añadiendo que si un oficial militar o de inteligencia creara un chat así "serían despedidos". "¿Se han recogido los dispositivos para asegurarse de que no hay malware?", preguntó.
Asimismo, se dirigió a la directora de Inteligencia Nacional de EE.UU., Tulsi Gabbard, para preguntarle si ella no participó en dicho chat como 'TG', a lo que la funcionaria se negó a responder. "No se compartió material clasificado en el chat de Signal", dijo Gabbard.
Por su parte, El director de la CIA, John Ratcliffe, reconoció que estuvo en ese chat, si bien afirmó que la aplicación fue cargada en sus sistemas. "Mis comunicaciones, para ser claros, en un grupo de mensajes de Signal, eran totalmente permisibles y legales y no incluían información clasificada", señaló, aunque se negó a mostrar la información a la Comisión.
Posteriormente, Gabbard accedió a que se lleve a cabo una revisión de la situación. Al finalizar la audiencia, Warner reiteró que ninguno de los funcionarios de la Administración presentes en el chat había admitido que hubiera un problema ni ofreció disculpas. "La falta de voluntad de los miembros de este grupo que participaron en el chat para disculparse o reconocer la colosal metedura de pata es elocuente", dijo.