El presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró este miércoles que en Venezuela "tomaron ilegalmente" petróleo estadounidense y ahora quieren recuperarlo, en una nueva declaración que ha sido desacreditada repetidamente por Caracas.
"Recuerden: nos arrebataron todos nuestros derechos energéticos. Nos arrebataron todo nuestro petróleo no hace mucho y lo queremos de vuelta. Se lo llevaron ilegalmente", aseveró a la prensa.
Así se expresó Trump luego de reconocer que las recientes acciones de su Gobierno se erigen en un "bloqueo" sobre la nación latinoamericana.
"Es solo un bloqueo. No vamos a dejar pasar a nadie que no deba hacerlo", declaró.
La respuesta venezolana
Este tesis de Trump, esbozada sin pruebas, fue rechazada este mismo miércoles por la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en un mensaje en el cual garantizó el pleno funcionamiento de la industria petrolera de su país.
"La primera empresa petrolera de Venezuela (Petrolia del Táchira, 1878), se fundó con personal EXCLUSIVAMENTE VENEZOLANO. Fue una característica distintiva de nuestra industria", escribió en Telegram.
Fue una respuesta además al subjefe de Gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, quien había asegurado que "el sudor, el ingenio y el trabajo estadounidenses crearon la industria petrolera en Venezuela".
"Más nunca volveremos a ser colonia energética de nadie ni de poder extranjero que sueñe con robarse nuestras riquezas. Lo interesante de sus dichos es que, como buen criminal, confiesa sus fechorías. No habrá petróleo regalado ni robado para ningún poder extranjero", recalcó Rodríguez.
La agresión de EE.UU. en el Caribe, en síntesis
Despliegue militar: desde el pasado mes de agosto, EE.UU. mantiene desplegada una fuerza militar significativa frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de la lucha antidrogas. Washington anunció posteriormente la operación Lanza del Sur, con el propósito oficial de "eliminar a los narcoterroristas" del hemisferio occidental y "proteger" a EE.UU. "de las drogas que están matando" a sus ciudadanos. Asimismo, Trump ha afirmado que, a estos efectos, en breve lanzará agresiones "en tierra".
Operativos letales: como parte de estas operaciones se han realizado bombardeos contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de más de 80 personas muertas y sin pruebas de que realmente traficaran con estupefacientes.
Asalto a buque petrolero: en una escalada de las acciones violentas de EE.UU. en la región, militares estadounidenses asaltaron y tomaron un buque petrolero en costas venezolanas. Caracas catalogó el hecho como un "robo descarado" y un "acto de piratería internacional". El presidente venezolano, Nicolás Maduro, tachó la situación de "acto absolutamente criminal e ilegal" y acusó a la Casa Blanca de actuar "como piratas del Caribe contra una nave mercantil, comercial, civil, privada, una nave de paz".
- Bloqueo total: El presidente Donald Trump ordenó el "bloqueo total de todos los petroleros sancionados que entran y salen de Venezuela". Además, acusó al Gobierno venezolano de "usar el petróleo, la tierra y otros activos" supuestamente "robados" a EE.UU. para financiar el "narcoterrorismo". Por ello, designó a la Administración de Maduro como "organización terrorista extranjera".
Acusaciones y recompensa: Washington ha acusado al mandatario venezolano, sin presentar evidencias, de liderar un cártel del narcotráfico y duplicó la recompensa por su captura.
Postura de Caracas: Maduro denuncia que el objetivo real de EE.UU. es un "cambio de régimen" para apoderarse de las inmensas riquezas petroleras y gasíferas de Venezuela. "Se les cayó la máscara, el narcotráfico es 'fake news': es el petróleo, que se lo quieren robar", expresó tras el asalto al tanquero con crudo venezolano en aguas caribeñas.
Falta de sustento: la ONU y la propia DEA han declarado que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia suelo estadounidense, ya que más de 80 % de las drogas utilizan la vía del Pacífico.
Condena internacional: Rusia, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y los gobiernos de Colombia, México y Brasil han condenado las acciones estadounidenses. Expertos califican los ataques a embarcaciones como "ejecuciones sumarias" que violan el derecho internacional.