La empresa londinense Thames Water informó el hallazgo de una gigantesca acumulación de grasa en las alcantarillas del este de la capital británica, estimada en 100 toneladas de peso y alrededor de 100 metros de extensión.
La compañía encargada de la gestión y el saneamiento del agua de Londres advirtió que el bloqueo podría empeorar durante la Navidad si se siguen arrojando restos de comida y líquidos grasos al desagüe, reportó Metro este lunes.
La firma recordó que hace apenas dos meses había retirado otra masa similar en Feltham, al oeste de la ciudad, y vinculó estos episodios con el hábito de tirar al desagüe aceites, cremas, salsas y productos no aptos para el sistema de saneamiento. El nuevo 'fatberg' (un iceberg de grasa) fue apodado como el 'nieto' del colosal tapón encontrado en 2017 en la misma área, que alcanzó 130 toneladas y más de 250 metros.
Tim Davies, jefe de operaciones de residuos de Thames Water, señaló que la tarea de extracción podría durar semanas y subrayó el impacto económico del problema: el coste de limpiar bloqueos y reparar alcantarillas asciende a decenas de millones de libras al año, gasto que finalmente recae en los clientes.
Thames Water gasta 18 millones de libras anuales (más de 24 millones de dólares) en la limpieza de obstrucciones y retira 3.800 millones de toallitas húmedas. Los taponamientos experimentan un aumento en diciembre y enero, por lo que en la previa de Navidad pidió no verter grasas ni aceites, usar filtros en los desagües y evitar tirar productos sanitarios para prevenir inundaciones internas, contaminación y daños ambientales.


